Etiquetas
ajustes, autonomías, Canarias, CCAA, crecimiento, crisis, déficit, educación, empleo, Estado, federalismo, financiación, PP, Rajoy, sanidad, servicios sociales, sobreanismo
Acontecimientos de enorme gravedad están convulsionando España –especialmente en el transcurso de los últimos días, pero desde hace meses y años-, provocando que en la calle se diga, cada vez con mayor insistencia, que es necesario dar una sacudida a las instituciones (electoralmente hablando).
Cada vez más voces hablan, en público y privado, de que estamos a las puertas de lo que podríamos denominar una ciclogénesis política; y, así las cosas, no cabe mirar hacia otro lado. No basta con pedir perdón, como ha hecho el presidente del Gobierno de España. No basta con buenas palabras. Es imprescindible actuar, adoptar medidas. Hay que dar la cara, sin duda, pero también hay que impulsar reformas que permitan reconducir la situación y recuperar la confianza en las instituciones y en la política.
La situación es tan extremadamente delicada que anima a pensar que, además de medidas legislativas para combatir más eficazmente la corrupción, debe acelerarse un proceso que vengo demandando hace años, y que pasa por poner al día la Constitución, revisar y actualizar el marco de convivencia que surgió de la transición e introducir los ajustes que sean necesarios en el modelo territorial. En otras palabras, hay que apuntalar el edificio del Estado porque de lo contrario la estructura corre el riesgo de empezar a ceder.
En ese proceso que ahora más que nunca cabe calificar de inaplazable –ganar tiempo, como suele hacer el presidente del PP, es perderlo- todo indica que se ajustará también el marco de convivencia de los diferentes territorios que conforman el Estado. De ahí que la sociedad canaria deba abrir una reflexión serena sobre el papel que debe desempeñar el Archipiélago en el nuevo modelo de Estado que empieza a pergeñarse a distintos niveles.
Al sumarse la crisis política y territorial a la crisis económica, hay coincidencia en la necesidad de promover cambios institucionales que permitan mejorar el encaje de los distintos territorios, por una parte, y que respondan a las nuevas demandas de una sociedad en plena transformación, por otra.
A las conocidas aspiraciones de Cataluña o el País Vasco, se han sumado aportaciones políticas particularmente interesantes, como la defendida por el PSOE para avanzar hacia un estado federal donde se recojan adecuadamente los hechos singulares.
En ese tablero de juego se definirá, más pronto o más tarde, el nuevo modelo de Estado, y Canarias debe mover sus fichas con la suficiente determinación e inteligencia para ganarse el futuro.
En muchos ámbitos y asuntos, en muchas cuestiones, el presente y el futuro de Canarias no deben decidirse en Madrid. Hay que avanzar hacia un modelo que abra las puertas a que cada vez más decisiones se adopten en Canarias y cada vez menos en Madrid, cada vez más capacidad de gobierno en manos de los canarios y cada vez menos en manos de quienes a veces no atienden y otras no entienden las necesidades de quienes vivimos en las Islas. Hay que avanzar hacia un modelo que implique más Canarias y menos Estado.
De la misma forma que un análisis de las relaciones Estado-Canarias durante las últimas décadas –y especialmente en el transcurso de los últimos años- invita a pensar que debemos ir a más y no a menos nacionalismo, ir a más en la férrea defensa del interés general de nuestras Islas, hay que apostar por un modelo que permita más decisiones desde Canarias y menos desde Madrid, hay que ir a más y no a menos en la firme defensa de nuestra tierra.
Constituimos el ejemplo más claro de “hecho singular” de todo el Estado. Esa realidad incontestable debe tener su traslación normativa en la Constitución del siglo XXI, la misma que legitimará otro modelo de Estado y que recogerá un nuevo contrato o pacto del Reino de España con Canarias.
Entre el centralismo y la independencia hay un enorme espacio político que debemos aprovechar. He dicho y mantengo que, siempre en el marco de la Constitución, Canarias debe dar pasos hacia un mayor autogobierno.
En esa dirección, la conformación de un Estado federal asimétrico sería el encaje ideal para que Canarias pueda desarrollar toda su potencialidad. Necesitamos, básicamente, más Canarias y menos Estado.
Los canarios debemos tener capacidad de decisión sobre los asuntos que nos afectan y sobre aquellas materias que son esenciales para nuestro desarrollo económico-social. Tenemos necesidades diferentes y diferentes han de ser las respuestas que nos proporcione el Estado.
Por ejemplo, debemos reclamar esa capacidad de decisión para gobernar nuestros aeropuertos, sometidos a la amenaza de la privatización, o para garantizarnos un marco financiero estable que nos blinde de la discrecionalidad de los gobiernos de turno, o para tener la libertad de elegir el modelo de desarrollo que queremos para el futuro.
Canarias tiene que ser menos dependiente del Estado y asumir más competencias para ajustar su marco normativo a una realidad muy diferente a la de los territorios continentales.
Está claro que la uniformidad de las políticas estatales supone un enorme perjuicio para los canarios de las ocho islas y que solo una adaptación reglada de las mismas a nuestra realidad geográfica, económica y social nos permitirá avanzar por una senda de progreso.
No somos ni mejores ni peores que otros, simplemente somos diferentes; y no hay mayor injusticia que tratar como igual a quien tiene unas necesidades objetivamente diferentes. Somos nosotros, los canarios, los que sabemos cuánto daño puede ocasionar una política que no atienda o entienda nuestra singularidad. Somos nosotros los que deberíamos tener la capacidad para corregir ese error histórico.
Canarias se decide en Santa Cruz de Tenerife, Madrid y Bruselas. España se decide en Madrid, Bruselas, recomendaciones del FMI, ONU, OMS y un largo etcétera. Para que España superara su tradicional aislamiento ha tenido que sumarse a unidades transnacionales en un engranaje universal. La exaltación de los chiquititismos nos puede llevar a ser una aislada Chikitistán. Es ya un minúsculo Cabildo la expresión más sentimental de gobierno de algunos nacionalismos radicales. Se puede convencer a muchos catalanes de que se puede vivir aislado en Europa y por esa regla de tres nos encaninamos a pedir en manifestaciones vivir aislados en África. Que la corrupción, a la que no nombra, sea un acicate para enchiquitistarnos es como decir que por el caso Eolo debemos decidir en referendo cambiar nuestro «verde» modelo productivo. Somos parte de un mundo vertebrado y los canarios estamos llenos de vertebradeces ideológicas y físicas que nos haría una nación de naciones con más problemas que la España de la que formamos parte. Tenemos jueces, esos que lo hacen tan bien, porque vienen de fuera, ejército porque viene de fuera, presupuestos porque vienen de fuera. No nos encierre en nosotros mismos.
Da igual que les expliques todo, estos son tan tontos que hasta que no pasen a formar parte de Marruecos no van a parar.
Usted es que no atina ni una, sr. Gustavo. Cada vez que comenta dice una bobería. A lo mejor no se ha enterado que en los nuevos presupuestos de Canarias la isla más perjudicada es Tenerife.
No he dicho lo contrario Sr.Leandro ni he afirmado nada al respecto. Menté algo sobre las capitales administrativas canaria,española y europea. Ha leído usted muchas editoriales pero no he conseguido que entienda usted lo que yo digo.
Veo que algunos siguen empeñados en creer que a más status soberano más aislados se van a quedar. Mientras, no se paran a reflexionar o pensar, que a más globalidad neocapitalista más importaciones exteriores de aquellos que tienen ventaja sobre Canarias habrá y menos sectores canarios podrán surgir ante una globalidad como la actual, que se caracteriza por un capitalismo injusto.
La única solución para Canarias pasa por poder generar un Status archipielágico que nos permita una defensa firme y fuerte de los intereses canarios, que a día de hoy son casi inexistentes. Ni siquiera la propuesta de Paulino Rivero es válida, ya que conseguir simplemente meras competencias es seguir en la actual linea de cuentagotas para tener la decisión en Canarias y no en España. Por más que algunos se empeñen en meter a Canarias en la península ibérica. Canarias no forma parte del espacio natural español. Y por tanto, resulta absurdo plantear un Status como el actual, pero reformado en una supuesta España federal.
Hemos vivido unos 600 años bajo la tutela del Reino de España, donde han surjido dictaduras de derechas, repúblicas de izquierdas y democracias corruptas efímeras. Y en todas ellas Canarias jamás prosperó y alcanzó su máximo explendor por una sencilla y evidente cuestión. Lo que es bueno para Canarias, es malo para España y vicecersa.
Canarias debe asumir su rol en el Atlántico y ser el eje del cambio de toda una zona que está llamada a crecer y ser determinante en este siglo XXI. Para ello solo existe un camino. Lograr una plena soberanía nacional en Canarias que nos permita acabar con la actual economía de importación masiva y de que todo se marche fuera de Canarias. Se hace vital crear una constitución canaria que siente las bases de una democracia real con una división de poderes real, una fiscalidad propia que nos permita fijar las bases y reglas que nos permitan atraer inversores y empresas que ayuden a crecer y desarrollar todo el tejido que Canarias debe desarrollar y poder obtener todo el beneficio que el turismo proporciona y actualmente se marcha fuera de las islas.
No tiene ningún sentido seguir caminando a cuenta gotas para lograr unas simples competencias más, pero manteniendo las mismas reglas de juego españolas que tanto daño hacen a esta nación canaria.
Si nacionas como Singapur e Islandia que tienen tamaño y lejanía similar a nosotros y circunstancias similares, prosperan como naciones independientes sin estar sujetas a organismos como la UE. ¿Por qué en Canarias no se puede conseguir algo parecido? Aparte tenemos un mar canario que nos pertenece por derecho con petroleo en el mismo, para sacarlo si la población canaria así lo decide para el bien de Canarias y los canarios y no para Repsol y España.
Ya es hora de abandonar esta vulgar autonomía española de segunda categoría que nos tiene sumidos en unos índices de paro y miseria alarmantes. Ya está bien de aspirar a unas simples subvenciones europeas y a unos presupuestos españoles claramente insultantes y coloniales.
Canarias merece más y merece ocupar un lugar en el mundo globalizado actual. Es hora de iniciar un camino propio y soberano que nos permita desarrollar las renovables y sectores que se han destruido por la importación.
Su propuesta Don Paulino es insuficiente. Canarias necesita más, y merece más que unas meras competencias en una España federal. Canarias necesita una soberanía total como nación.
A ver: La exaltación de una provincia nos podría llevar a algo que se define como «doble autonomía». Que no se me confunda con un nacionalista insular ni de otra cosa. Cuidado con lo que hay latente por ahí. No somos la compacta Cataluña.
Exacto.
¿Porqué las islas que se sienten perjudicadas por el gobierno canario cuando reparte el dinero que recibe del estado no se pueden independizar de Canarias?
Cuando uno se mete en publicaciones de internet que son feudo evidente de Coalición Canaria lucha contra muchas ilusiones proyectadas por localismos de naturaleza escrita y oral de tradicional calado insular. Uno se levanta con las ganas de que un informante le haga olvidar que somos de una rotunda naturaleza dependiente y lo encuentra por 1,20€ el ejemplar. A base de culpar a los reyes católicos de nuestros males y a Madrid de lo minúsculo de nuestra economía, hiperdependiente de turistas y de generosas aportaciónes ajenas, no hemos reparado en que la desinformación es nuestro enemigo. Acabar con el Estado y ceder toda nuestra soberanía al capricho picapleitero de los cabildos y del gobierno local no nos hará menos dependientes de Madrid y Bruselas. La independencia es un espejismo que no da de comer ni paga nuestra sanidad ni colegios ni institutos y no hablemos de universidades. Podemos conformarnos con una gran mentira que diga lo contrario pero los anhelos de Cubillo nos separan de la realidad, una realidad universal y atlante que nos han arrebatado con micronismos intelectuales.
Infórmate sobre Financiación a Navarra y aplícalo a Canarias. Un saludo.
¿Y que hay de hablar de algo como la Macaronesia? No pertenecemos geográficamente a África, no pertenecemos tampoco, como es obvio a Europa…¿A quien pues? ¡A la región oceánica de la Macaronesia!
Al igual que la Polinesia, somos un conjunto de archipiélagos oceánicos que compartimos muchísimas características. Desde Azores hasta Cabo Verde, pasando por Madeiras, Canarias, Islas Salvajes compartimos rasgos como el ser todas islas volcánicas, nuestras costas, nuestra flora, nuestra fauna, es todo semejante, todas nos asentamos sobre el mismo fondo oceánico, un océano que mas que separarnos, como sabemos los isleños, nos une, ese gran océano que aparece en nuestro escudo, ese azul que nos baña a todos por igual.
En mi opinión, Sr Rivero, deberíamos de encaminarnos hacia un hermanamiento mucho mas profundo con nuestros archipiélagos hermanos, encaminarnos hacia algún tipo de unión mucho mas fuerte, sentirnos orgullosos de ser macaronésicos al igual que así lo sienten nuestros análogos los polinesios. Ellos son el paraíso del Pacífico, ¿porque no ser nosotros el paraíso del Atlántico?
Creo que si pretendemos avanzar a algo como un estado federado, quizás dentro de una Europa federal, o avanzar hacia otros modelos donde Canarias sea mas independiente de la península, debiéramos unirnos nosotros, los archipiélagos del Atlántico creando así una mayor solidez, un «hermanamiento» que sin duda nos daría mucha mas fortaleza al seguir siendo islas, pero mas unidas y mas grandes.
En definitiva, pienso que el tema de la Macaronesia es algo que tenemos que trabajar muchísimo mas aún y aprovechar mas de lo que nunca hemos aprovechado, la idea de ser algo tan grande sin perder nuestra identidad isleña.
jajajajajajj que bueno.
Las piedras y las islas es cierto que son casi iguales pero las personas sois totalmente diferentes en todo.
Aquí hay una competición a ver quien dice la tontería más grande.
No queréis ser españoles pero si europeos jajjaajajajajajajajajajaja
¿Qué Canarias no es Africa? hay que joderse jejejejejejejeje
Reste: Infórmate del gasto por turista en París. Ou revoir.
Sr. Reste, infórmenos también del gasto por turista de Honolulu… valgame el cielo con tanta bobería.
Ay Acaymo! Necesitamos hermanamientos mucho más cercanos pero se antojan imposibles. Usted no tiene nada que ver con la polinesia. Estamos en las antípodas. Si aspira a ser Cabo Verde o Azores vaya usted solo.
Se llama Macaronesia, no Polinesia, y quiera usted o no somos islas muy similares, pero bueno se ve que con todo el respeto usted no se entera de la misa la mitad.
Sumarme a la opinión de Yeray. Se puede decir más alto, pero más claro, imposible.
¿Quieren dejar de ser españoles?
Muy fácil, rechacen el dinero gracias al que comen que les llueve del estado.
Paguen la gasolina y los viajes a su precio real.
Paguen el iva, aunque si se salen de España se salen de Europa.
¿A ver quien va impedir que se os coman los marroquís? porque el ejército español no tendrá que mover un dedo.
Vds. quieren seguir el ejemplo del Sahara creyendo que el resultado va a ser diferente pero la realidad siempre se impone.
Morder la mano que te da de comer es siempre muy mala idea.