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2020, África, Canarias, crecimiento, desarrollo, diversificación, empleo, Estado, internacionalización, modernización, RUP, sostenibilidad, turismo, UE
Más allá de las respuestas a corto plazo que hemos ofrecido –y estamos ofreciendo- desde el Gobierno de Canarias para hacer frente a los enormes problemas que esta crisis ha provocado durante los últimos años en el tejido social, los gobiernos hemos de poner la vista en el medio y largo plazo, y afianzar las herramientas necesarias para acometer cambios estructurales.
Estamos emprendiendo reformas que nos permitan salir reforzados de esta difícil situación y que nos coloquen en una senda de desarrollo inteligente, equilibrado y realista.
El árbol de la crisis no debe impedirnos ver el resto de bosque. En Canarias avanzamos hacia la recuperación, y lo hacemos sentando las bases de un modelo económico aún más sólido, con más posibilidades y fortalezas, con mayor capacidad de crear empleo y generar oportunidades.
En el Gobierno de Canarias estamos atendiendo las situaciones inmediatas y, al mismo tiempo, vertebrando el modelo que las Islas necesitan a medio y largo plazo.
Por un lado, y a pesar del estrecho margen de maniobra que nos deja el Estado, para amortiguar el impacto directo del desempleo y la recesión en familias y empresas; y, por otro, sentando las bases de una Canarias más competitiva, pero también más justa, cohesionada y solidaria.
¿Estamos preparados para dar ese salto? Como tuve la oportunidad de apuntar días atrás, la economía canaria está evolucionando mejor que la española. En comparación con el resto del Estado, Canarias ha iniciado un camino ciertamente esperanzador.
Fuimos los primeros en sufrir los efectos de la crisis, pero es bastante probable que seamos los primeros en dejarla atrás. Según los analistas, la economía canaria crecerá un 1 por ciento en 2014, seremos capaces de crear empleo; y ya este año podremos cerrar el ejercicio con más ocupados que el año anterior, lo que dibuja un claro cambio de tendencia.
Sin embargo, el ritmo de la recuperación estará condicionado por la aprobación de un renovado Régimen Económico y Fiscal –necesitamos contar con un buen REF– y por la necesidad inaplazable de corregir el sistema de financiación autonómica.
Puesto que –como se ha demostrado- los canarios no podemos contar con unos Presupuestos Generales del Estado que no son los que merecemos y necesitamos, debemos confiar en que la negociación del REF y una nueva financiación autonómica contribuyan a acelerar nuestra recuperación económica.
Entretanto, el Gobierno de Canarias ha cumplido con sus deberes financieros sin menoscabar los servicios públicos esenciales. Hemos plantado cara al temporal económico defendiendo contra vientos y mareas presupuestarias los elementos que mayor cohesión social procuran: la sanidad, la educación y las políticas sociales –no está siendo así en otras comunidades autónomas que cercenando las prestaciones básicas-.
El Gobierno canario también ha tomado medidas de dinamización económica, con el impulso de créditos y microcréditos para pymes y emprendedores, de forma que a final de este año tendremos 370 millones de euros circulando para la reactivación de las pequeñas y medianas empresas -que forman el grueso del tejido empresarial canario-.
La responsabilidad en la gestión de las cuentas públicas en los últimos ejercicios nos permitirá afrontar el año 2014 en Canarias sin más recortes y sin subir impuestos. El Archipiélago, en consecuencia, está en disposición de dejar la crisis atrás.
Ahora bien, es necesario trabajar desde ya –y así lo venimos haciendo desde hace bastante tiempo- en definir una estrategia que, con el horizonte temporal de 2020, nos permita consolidar una posición ventajosa, no solo con respecto al resto del Estado sino en el ámbito internacional.
Tenemos que desarrollar los preceptos contenidos en el Plan de Acción Canarias 2020 para mejorar la competividad de nuestra economía, algo que pasa necesariamente por la modernización del sector turístico, por nuestra proyección internacional y por la mejora de la formación y el empleo. El Archipiélago cuenta con esa hoja de ruta, en la que han de converger los esfuerzos económicos de todas las administraciones –europea, estatal y autonómica- y la implicación de la iniciativa privada, para dar forma así a las Islas presentes y futuras que estamos diseñando.
En ese sentido, el Plan se configura como una estrategia de desarrollo regional a corto y medio plazo, sustentado en un modelo de crecimiento innovador, sostenible e inteligente, que tiene al turismo como uno de sus ejes fundamentales. El documento apuesta tanto por los sectores más prometedores para Canarias como por aquellos en los que ya destacamos o aspiramos a hacerlo en función de nuestras ventajas competitivas. El objetivo fundamental es y será crear empleo y riqueza.
El ejemplo más claro es el turismo, que además de ser la principal actividad económica de Canarias cuenta con un importante efecto de arrastre, al poder estimular el desarrollo de otras actividades económicas ligadas al mismo, como la investigación y el desarrollo, las tecnologías de la información y la comunicación, la logística y el transporte, la cultura o el medio ambiente, entre otras.
El Plan también recoge, en su apartado dedicado al crecimiento integrador, la necesidad de mejorar la competitividad de la economía del Archipiélago. Mejoras que pasan por el fomento del empleo y de la cualificación de la mano de obra, pues el reforzamiento de los niveles de formación, la lucha contra el fracaso escolar y el descenso de la tasa de desempleo apuntan a un desarrollo del tejido económico que sea capaz de absorber al personal formado.
Otro de sus aspectos es la configuración del Archipiélago como una referencia en el Atlántico Medio, como lugar de encuentro e intercambio cultural y económico de tres continentes, así como una magnífica plataforma de negocios, formación y promoción de nuevas tecnologías y conocimientos vinculados a los retos del desarrollo humano, la salud y la sostenibilidad medioambiental.
El Gobierno ya trabaja sobre el terreno en el desarrollo de medidas que, por ejemplo, permitan la modernización del sector turístico. En ese sentido, contamos con el compromiso de las principales entidades financieras para abrir líneas de crédito específicas para proyectos de este tipo en Canarias. Además, trabajamos por mejorar la conectividad de Canarias, un aspecto vital no solo para la economía doméstica sino para que las Islas se conviertan realmente en una plataforma logística con los países de nuestro entorno y podamos, de esa manera, avanzar en la diversificación.
En definitiva, Canarias se recupera de la crisis porque se han aplicado las recetas adecuadas, porque se ha pensado no sólo en el acuciante corto plazo sino en el diseño de una estrategia de futuro y con futuro.
Canarias tiene un plan, tenemos un rumbo definido para los próximos seis años; y, a partir de ahí, para encarar las próximas décadas.
Hay compromiso, responsabilidad e ideas. Abanderamos otra forma de hacer política, nuevas formas de abordar la acción política, afianzando fortalezas e impulsando nuevas ideas.
El objetivo es dejar atrás a la crisis y, además, situar a Canarias en una posición de ventaja competitiva a medio y largo plazo.
Con ese objetivo y con la mirada puesta en 2020 seguirá trabajando el Gobierno que presido: impulsando nuevas ideas, nuevas propuestas.
Es mucho el trabajo que tenemos por delante de aquí a 2020, y vamos a hacerlo afrontando nuevos retos, ofreciendo nuevas soluciones. Demostrando que es posible otra forma de hacer las cosas: con ideas ya consolidadas e incorporando recetas novedosas.