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Esfuerzo

Como muchos recordarán, recientemente hemos presentado en Bruselas nuestro Plan de Acción 2020, un documento que, en síntesis, recoge las líneas estratégicas que seguirá el Archipiélago para crecer en la próxima década de forma inteligente, sostenible e integradora. Siendo un documento amplio, con propuestas tan responsables como fundamentadas, básicamente articula una serie de actuaciones que necesitamos acometer –que estamos ya acometiendo- para crear empleo y diversificar nuestra economía.

La apuesta es clara. El rumbo está perfectamente definido, y en Bruselas así lo han entendido –y aplaudido-.

Canarias, con su Gobierno e instituciones al frente, apuesta decididamente por la internacionalización –que ahora sí, es una realidad que está dando importantes pasos- y por un modelo de desarrollo compatible con nuestras riquezas naturales, con nuestras bazas, con nuestras potencialidades.

Creemos en un impulso decidido, y sin marcha atrás posible, a las energías renovables. En la economía del conocimiento. En el aprovechamiento de nuestros mares –con la Plataforma Oceánica- de nuestro cielo –con la astrofísica- de nuestra extraordinaria biodiversidad –con el desarrollo de proyectos biotecnológicos- o de nuestro clima –como laboratorio europeo ante el cambio climático-.

Partiendo de estas premisas, que definen y definirán el modelo económico y social de Canarias de aquí a 2020 –y después-, me resulta muy fácil estar de acuerdo con muchos de los análisis realizados días atrás por Juan Verde, destacado asesor del presidente Obama, quien ha señalado que la prioridad de Canarias deben ser las energías renovables e impulsar el papel de las Islas como centro neurálgico de las operaciones empresariales, financieras o humanitarias de Estados Unidos en África.

Un análisis, una apuesta, que está enormemente presente en el Plan de Acción 2020, en el que se realiza una defensa decidida de las energías limpias –en contraposición con aquellas de tipo fósil-, y de la inaplazable oportunidad de consolidar a nuestras Islas como el principal enclave geoestratégico del Atlántico Medio.

Comparto plenamente el análisis de Juan Verde sobre la sostenibilidad y la diversificación económica, asuntos en los que, ahora sí, estamos avanzando de forma significativa y constatable –por más que, lamentablemente, la crisis esté silenciando en mayor o menor medida los pasos que estamos dando en esa dirección-.

Efectivamente, la gravedad de la situación presupuestaria y económica nos ha obligado a multiplicarnos en asuntos de enorme calado social, que exigen inmediatez y que precisan de una respuesta rápida y eficaz ante las demandas de los ciudadanos; ahora bien, en ningún momento la crisis nos ha hecho desistir de proyectos que, con su horizonte a medio y largo plazo, están definiendo un nuevo modelo de desarrollo en Canarias.

Hay cuestiones de carácter estratégico que son irrenunciables para el Archipiélago, cambios estructurales que nos permitirán en el futuro crear más y mejores empleos, garantizando nuestra cohesión social y territorial.

En esa dirección, la internacionalización de nuestra economía, especialmente dirigida a los países del África Occidental –un mercado potencial de 300 millones de personas- es un asunto de vital importancia.

Canarias debe ser y será el puente que tienda hasta el continente vecino las inversiones y proyectos de empresas multinacionales, una dinámica y una estrategia que los inversores estadounidenses empiezan a ver con claridad. Cada vez más, en terceros países, y especialmente en los EEUU que tan bien conoce Juan Verde, Canarias se consolida como una buena apuesta.

Tenemos todas las ventajas para lograrlo: infraestructuras adecuadas, seguridad ciudadana y seguridad jurídica.

Por lo demás, y coincidiendo también en esto con Juan Verde, es fundamental que los canarios rememos en la misma dirección, dejando atrás recelos y enfrentamientos gratuitos que nos debilitaron en el pasado.

Vendamos nuestras ventajas competitivas como una sola voz, como un solo pueblo y veremos cómo los resultados llegarán pronto y bien.

En el Gobierno de Canarias seguiremos trabajando en estos asuntos de carácter estratégico en la convicción de que son imprescindibles para mejorar la competitividad de nuestra economía y para generar en el futuro empleos estables y de calidad.

Cuando salgamos de esta crisis debemos estar preparados para afrontar nuevos retos, en esa convicción debemos seguir definiendo la Canarias de las próximas décadas.