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Canarias

Ahora que comienza un nuevo año, que sin duda será mejor que los precedentes, es un buen momento para reforzar nuestra atención y centrar el debate en asuntos absolutamente trascendentales para seguir impulsando la recuperación en nuestras Islas, volcándonos aún más si cabe en aquellas cuestiones que son claves para consolidar una reactivación económica que nos permita crecer y, sobre todo, crear empleo.

Como ya adelanté en el mensaje de fin de año, estoy convencido de que 2014 será el primero de los años buenos que tenemos por delante –y ahí están los datos del paro de diciembre que, apenas 48 horas después de mi intervención del 31 de diciembre, apuntalan el moderado optimismo y la esperanza que manifesté-.

Efectivamente, todos los indicadores anuncian que estamos en el buen camino, y concluyen que en Canarias hemos hecho bien las cosas a pesar de las enormes dificultades que estamos enfrentando y a pesar de los importantísimos recortes por parte del Gobierno del Estado.

Así las cosas, para fortalecer la posición del Archipiélago como punta de lanza de la recuperación es preciso seguir tomando decisiones importantes, y dar pasos que no pueden esperar. Uno de ellos es, sin lugar a dudas, la reforma del Régimen Económico y Fiscal.

El REF, marco donde se canalizan las singularidades canarias, es uno de los instrumentos más poderosos para dinamizar la economía del Archipiélago. Lo ha sido siempre, y en circunstancias como las actuales mucho más.

Necesitamos un REF que incremente su capacidad como generador de empleo. Los canarios queremos y creemos en un REF al servicio de las empresas y de los trabajadores, bastión de la recuperación y herramienta básica para el progreso y el bienestar social de las Islas.

Canarias –su Parlamento y sus organizaciones sindicales y empresariales- aprobaron en su momento una propuesta de reforma que ha sido enviada al Estado para su tramitación, y es en ese ámbito donde sigue estando, pendiente de la decisión del Gobierno de España.

La propuesta canaria contiene medidas audaces, especialmente en asuntos esenciales para la creación de empleo. Entre ellas, la posibilidad de establecer incentivos a las empresas en función del número de contrataciones que realicen o la de establecer bonificaciones en las cuotas de la Seguridad Social a las empresas que contraten trabajadores en paro.

Estos son solo dos de las medidas incluidas en la propuesta remitida a Madrid, que esperamos sean validadas por el Gobierno de España. Es necesario que el Estado crea y haga suya la propuesta que partió de Canarias, pues lo contrario significaría una enorme decepción y un obstáculo para las perspectivas de mejoría de la economía canaria.

El Estado debe entender las particularidades del Archipiélago, que son, en última instancia, las que han justificado históricamente la adopción de medidas singulares en lo económico y en lo fiscal. Insisto en que es precisamente ahora, cuando la crisis ha multiplicado las desventajas estructurales de las Islas, cuando el Estado debe apostar de manera más firme, más decidida, a favor del territorio más alejado.

El Estado debe comprender que el REF bien merece todos los esfuerzos. Canarias necesita un buen REF, y ese reto, lograr esa meta, es un objetivo compartido por agentes económicos y sociales, instituciones, Parlamento y Gobierno de Canarias. Ahora más que nunca, es necesario un REF que ayude a generar más empleo.