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Trabajo por Canarias

Canarias es una de las tres comunidades autónomas que, según el último informe de Modelización Regional Integrada de Hispalink, mejor comportamiento experimenta en su economía.

Los informes especializados continúan confirmando las buenas perspectivas económicas para Canarias a corto plazo. El citado estudio de Hispalink, publicado hace apenas unas semanas, vuelve a incidir en que el Archipiélago será, junto a Baleares y Galicia, la comunidad autónoma con menor recesión en este 2013, así como un crecimiento del 1% para el próximo año, lo que nos sitúa en el pelotón de cabeza de la recuperación en el conjunto de los territorios del Estado.

Como digo, estos nuevos datos no vienen más que a confirmar la tendencia ya apuntada por la propia Hispalink, la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas), el servicio de estudios del BBVA o el Instituto Flores de Lemus (Universidad Carlos III) a finales del pasado año; o más recientemente, apenas hace dos meses, por la propia Confederación Canaria de Empresarios (CCE).

Todos ellos apuntan a un crecimiento positivo de la economía canaria por encima de lo previsto para el resto del Estado, con lo que “sus efectos sobre el empleo serán perceptibles en 2014”.

Datos esperanzadores que ratifican el trabajo desplegado y el esfuerzo de toda la sociedad canaria para combatir una crisis que, provocada en lugares muy distantes y por agentes que nada tienen que ver con nosotros, ha acabado afectando gravemente a nuestro desarrollo y, en especial, al sostenimiento de la cohesión social.

Estudios e informes que tienen una importancia capital porque sitúan a Canarias en un escenario de recuperación no ya esperanzador para todos lo que aquí vivimos, sino también atractivo para los inversores, pieza clave para la reactivación de nuestro tejido productivo y el empleo, pero que no debe llevarnos a euforia alguna ni a la autocomplacencia, ya que se trata de informes de tendencias que, al margen de verse confirmados, sus conclusiones no tendrán un efecto inmediato en el día a día ni en las economías empresariales y familiares.

Por eso, y aun valorando en su justa medida las perspectivas contempladas en estos estudios, el Gobierno de Canarias trabaja sin descanso para que esos datos sean una realidad en el plazo más breve posible. Y lo hace en una doble vertiente: estableciendo mecanismos de cohesión social y territorial que mitiguen los efectos de la crisis en los sectores más débiles –Plan de Empleo Social, Plan contra la Pobreza, comedores escolares…- y, al mismo tiempo, diseñando y ejecutando las bases de un desarrollo inteligente, sostenible e integrador a largo plazo, contemplado en la Estrategia Europa 2020.

Los objetivos: la reactivación, la internacionalización y la diversificación de nuestra economía y, por encima de todo, el empleo.

Los informes a los que he aludido destacan el papel del turismo y el sector servicios como impulsores de la recuperación. Y, en efecto, es el turismo la piedra angular sobre la que se desarrolla toda nuestra economía y, por tanto, también lo es en los planes que nos hemos trazado de cara al futuro.

Pero no un turismo trasnochado, sino un turismo moderno, sostenible, renovado y capaz de soportar el relanzamiento de esa nueva economía inteligente y diversificada que queremos.

Las previsiones avalan este compromiso y el trabajo desarrollado hasta el momento, pero todo esto es insuficiente. Tenemos -lo estamos haciendo- que continuar esforzándonos y trabajando codo a codo con toda las sociedad canaria.

Los estudios señalan que el horizonte está cada vez más cerca, pero no lo alcanzaremos si no remamos todos unidos, con todas nuestras fuerzas y en la misma dirección.