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2013

Aunque mañana tendré oportunidad de despedir 2012 en el mensaje televisado de fin de año, sin esperar a la nochevieja quisiera abrir en el blog una ventana al optimismo. Sé que hacerlo no resulta sencillo, que no es fácil porque son demasiadas las inquietudes o, peor aún, el sufrimiento de decenas de miles de canarios que se han quedado sin trabajo, que ven peligrar sus casas, que conviven con enormes incertidumbres.

Sin embargo, muchos análisis apuntan que hay motivos para la esperanza. Son numerosos los observatorios que anuncian que, a pesar de las tremendas dificultades que estamos sufriendo, Canarias va mejor que muchas comunidades autónomas y avanza, más lento de lo que quisiéramos pero más rápido que el resto de España, hacia el fin de la recesión económica.

Hay razones para el optimismo. Distintos informes auguran que nuestra comunidad autónoma será una de las primeras en recuperarse. Así que, sin perder ni un solo minuto de vista los enormes sacrificios y esfuerzos que todos estamos haciendo, lo cierto es que podemos abrir esa ventana al optimismo.

Entre otros, cabe recordar que Funcas, el servicio de estudios de BBVA –que señala a Canarias como la comunidad que ha experimentado un mayor crecimiento en el último año- o Hispalink, al actualizar las previsiones de las economías autonómicas anuncian que en Canarias los primeros síntomas de la ansiada recuperación llegarán en el segundo semestre de 2013.

Los altos índices de desempleo siguen siendo nuestra principal debilidad, y sin duda nuestra gran preocupación. Ahora bien, en términos generales se coincide en que las expectativas son más favorables para Canarias que para el resto del Estado.

De ahí que, aún siendo completamente consciente de las enormes dificultades que seguimos afrontando, no me resista a trasladar que, efectivamente, hay razones para la confianza. Queda camino por recorrer, mucho por hacer, para dejar atrás las dificultades económicas y poder decir, entonces sí, que Canarias va bien. Pero, dicho esto, la mayoría de los observatorios coinciden en que sí puede decirse que Canarias va mejor.

Ni todo en el año que termina ha sido negativo, ni el futuro será tan oscuro como a veces el desánimo se empeña en pintarlo ante nuestros ojos.

Se están haciendo muchas cosas bien, y eso hay que reivindicarlo.

Hay que decir alto y claro que el esfuerzo que entre todos estamos haciendo está consiguiendo asentar unas nuevas bases de crecimiento para Canarias que empiezan a dar sus frutos.

De ahí que, como ya he hecho en alguna ocasión, anime a que todos ayudemos a prestigiar la marca Canarias. Animo a que, sin renunciar al espíritu crítico y sin caer en la autocomplacencia, todos contribuyamos a prestigiar lo que se está haciendo en nuestras Islas en tantos ámbitos y sectores. El éxito y el prestigio de la marca Canarias será un éxito de todos, sin excepción.

Un prestigio y un compromiso colectivo que ayudará, sin duda, a que pronto sea una realidad esa recuperación que adelantan los informes a los que antes aludí

Un prestigio que nace de las cosas bien hechas. Porque, efectivamente, muchas cosas se están haciendo bien en el Archipiélago.

Somos una potencia turística a nivel mundial, pero también un referente en investigación astrofísica y, por ejemplo, en astronomía. O en desalación y reutilización de aguas. Hemos emprendido audaces proyectos relacionados con las energías renovables y la sostenibilidad. La marca Canarias comienza a ser un valor en alza más allá de nuestras fronteras insulares. Que distintos observatorios hablen bien de la evolución de nuestra economía no es casualidad, sino el resultado del trabajo de miles de personas que realizan su labor en todos los ámbitos.

Somos una de las cuatro comunidades autónomas más atractivas a la hora de invertir. Somos una oportunidad, y así lo perciben organismos y empresas que ven el Archipiélago como centro neurálgico de sus operaciones con el África Occidental.

La marca Canarias es sinónimo de compromiso ambiental, de innovación y responsabilidad. Esa es la imagen que proyectamos al exterior y que en ocasiones aquí en casa nos cuesta ver, sumidos como estamos en las preocupaciones del día a día.

Es cierto que en Canarias, como en archipiélagos con parecidos condicionantes, la crisis está haciendo aún más daño que en territorios continentales. Pero reconociendo las dificultades y la realidad terrible en la que aún vivimos, no podemos por ello cerrar los ojos a los esfuerzos que se están realizando para potenciar el peso específico de Canarias y asentar un modelo económico más capaz, innovador y competitivo, un modelo de crecimiento que no sea a costa de los más débiles, de la depredación de recursos o del agotamiento de nuestro suelo y de nuestro mar.

Sigamos poniendo en valor nuestras potencialidades. Seamos exigentes, prestigiemos entre todos la marca Canarias, el inmenso esfuerzo que todos y cada uno de nosotros –desde todos los ámbitos, desde todos los sectores, desde la esfera pública y desde la privada, individual y colectivamente- estamos haciendo para seguir avanzando en medio de las dificultades.

Sigamos por este camino porque, con los datos en la mano, nos está permitiendo avanzar a mayor velocidad hacia la recuperación económica.

Reitero que mañana tendré oportunidad de despedir el año aprovechando el mensaje televisado de nochevieja, pero he querido asomarme al blog para trasladar aliento y compromiso a quienes peor lo están pasando, y para recordar que hay datos y razones para mirar al futuro con ánimo e ilusión.