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Aeropuerto de Gran Canaria

La última encuesta de Movimientos Turísticos en Frontera (Frontur), conocida a finales de la semana pasada, confirma la definitiva recuperación del sector turístico canario y apunta a un nuevo récord en el número de visitantes, después del registrado el año pasado. El magnífico comportamiento del turismo canario –una excelente noticia para todos- obedece fundamentalmente a la fidelidad de británicos y alemanes y la pujanza de mercados emergentes, como el italiano o francés.

Es un buen momento para recordar que las cosas no siempre fueron así; ni siquiera hace cinco años. El sector turístico canario experimentó una caída brutal a principios de la presente década, lo que hizo saltar todas las alarmas. En aquel momento, el Gobierno de Canarias se puso manos a la obra para intentar revertir la situación, a través de dos vías, fundamentalmente: la bonificación de las tasas aeroportuarias y la apertura de nuevos mercados. La fórmula dio resultados y poco a poco, año tras año, los números del sector turístico fueron mejorando, hasta llegar a 2014, cuando se batieron todos los registros.

Hoy, el turismo canario goza de buena salud y comienza a tirar del resto de sectores productivos, aunque aún se echa en falta una mayor implicación del sector en la generación de empleo de calidad. Pero esa mejora ha de asentarse en el tiempo, no solo para consolidar nuestra posición como potencia turística, sino también para hacer frente a destinos muy competitivos. En esa dirección, la rehabilitación de los espacios e infraestruturas turísticas es innegociable. En los últimos años se han puesto en marcha más de una quincena de planes de modernización y se han habilitado líneas crediticias por 2.000 millones de euros para la renovación de las plazas hoteleras. Quienes ahora desempeñan responsabilidades en el Gobierno de Canarias harían bien en continuar esta política, que tan buenos resultados ha dado. La diversificación de mercados, la apertura de nuevas rutas a través del Fondo de Desarrollo de Vuelos y la rehabilitación de infraestructura y plazas alojativas son las tres patas en las que se ha de sustentar la estrategia canaria en materia turística.

No debemos olvidar que la rehabilitación turística persigue, además, la dinamización del sector de la construcción sin dilapidar uno de nuestros más escasos recursos: el suelo. Efectivamente,  la única forma de crear empleo de manera masiva en el sector de la construcción sin afecciones colaterales al territorio es la rehabilitación turística. Y es precisamente ahora cuando se empezarán a ver en toda su intensidad los resultados de todos los planes aprobados hasta el momento y que colocarán al Archipiélago en una inmejorable posición de cara al futuro.