Porque por el desentendimiento y desatención del Ejecutivo central, respecto a las demandas y derechos de los más de dos millones de ciudadanos que viven en nuestras Islas, los canarios se sienten cada vez más lejos de España.

Porque a diferencia de los gobiernos de Suárez, González, Aznar o Zapatero que, con sus luces y sus sombras, tuvieron muy claro que Canarias merece una especial atención, el actual Ejecutivo parece empeñado en romper todos los puentes de compromiso, diálogo y colaboración.

Porque el desafecto de los canarios hacia España seguirá incrementándose si aquellos que tienen responsabilidades al frente del Gobierno de Madrid no corrigen su escasa o nula visión de Estado respecto a un territorio, Canarias, que siempre ha actuado con lealtad.

Porque al no abordar los temas de las Islas como asunto de Estado, estamos asomándonos a la posibilidad de que Canarias se convierta en un problema de Estado.

Porque la indiferencia, la irresponsabilidad y la deslealtad en los que se ha instalado el Gobierno del PP respecto a los asuntos canarios no tienen precedentes en la reciente historia democrática.

Porque, siendo incontestable que la situación exige esfuerzos, sacrificios y ajustes, es igualmente indiscutible que la actitud del Gobierno presidido por Mariano Rajoy respecto a Canarias nada tiene que ver con las estrecheces presupuestarias y sí, y mucho, con una actitud que coloquialmente podría resumirse en que el Gobierno actual pasa de los canarios.

Porque teniendo acreditada una trayectoria de lealtad institucional y de sentido de Estado –ahí están las hemerotecas para certificarlo- alertar al presidente del Gobierno de Madrid y al Rey de que Canarias puede convertirse en un problema de Estado constituye un ejercicio de responsabilidad frente a la desidia, la torpeza y la irresponsabilidad de otros.

Porque los datos económicos de los Presupuestos Generales del Estado obligan a mi Gobierno, y a mí como presidente, a denunciar esta situación.

Porque en los últimos años los departamentos ministeriales han negado el pan y la sal a los canarios de las siete Islas.

Porque en nuestra sociedad no deja de crecer la percepción de un Gobierno del Estado que ni escucha a los canarios ni muestra la más elemental lealtad o respeto a nuestras instituciones.

Porque esta situación es, sencillamente, insostenible.

Porque cabe exigir política, pero con mayúsculas, para reconducir la situación antes de que sea demasiado tarde.

Porque tenemos que dar respuestas claras y eficaces a más de dos millones de ciudadanos que, por circunstancias geográficas, siendo los que más esfuerzos merecen, son a los que menos esfuerzos dedica el Estado.

Porque deben saber el Gobierno de Madrid y el jefe del Estado que, al dar la espalda a los canarios, se está abonando un terreno pantanoso y que la desafección que comienza a extenderse por las Islas puede llegar a un punto de no retorno.

Por eso, porque el PP está alejando a Canarias de España, en los próximos días remitiré sendas cartas al presidente de Ejecutivo central y al jefe del Estado en las que les haré ver los riesgos de que el Gobierno del Estado continúe comportándose irresponsablemente con Canarias.

Porque es mi responsabilidad dar un paso al frente cuando se da la espalda a los canarios.