Etiquetas

, , , , , ,


El baloncesto canario está de enhorabuena. El Herbalife-Gran Canaria es un clásico de la liga ACB, uno más entre los grandes hace ya muchas temporadas. Desde la 94/95, en la que consiguió su cuarto ascenso a la máxima categoría del baloncesto español, es a uno de los fijos entre los equipos más potentes. Y no está solo. Otro equipo canario se ha hecho un hueco entre los de arriba, en esa zona alta de la tabla reservada sobre el papel para presupuestos mucho más potentes. Desde la temporada 2012-2013 -dos décadas después de su anterior etapa en la élite- el Iberostar-Tenerife se ha unido al equipo grancanario en la liga Endesa, sumándose así a una competición de primerísimo nivel junto a los diecisiete mejores equipos de España.

Aún sin concluir la primera fase de la liga regular -faltan tres jornadas y los partidos aplazados- tanto el Gran Canaria como el Canarias están ya clasificados virtualmente para jugar los play off por el título, en los que participan solo los ocho primeros clasificados de la primera fase. Nuestras Islas son en estos momentos una potencia del deporte de la canasta, como así lo confirma que muy probablemente Canarias sea la única comunidad autónoma con dos equipos en la lucha por el campeonato de la ACB. Sumemos a estos logros lo que significó la presencia de ambos -Canarias y Gran Canaria- en la Copa del Rey celebrada este año en Vitoria, competición en la que participaron los ocho primeros clasificados de la primera vuelta de la liga; por si quedaba alguna duda sobre el momento dulce que vive nuestro baloncesto, la doble presencia canaria nos convirtió en la comunidad con mayor representación o presencia del torneo.

No acaban aquí los hitos, hay más razones para vivir intensamente unos años ciertamente espectaculares del basket isleño. Por si no bastara con los éxitos ya señalados, esta temporada está siendo histórica -esta vez sí- tanto para el equipo lagunero como para grancanarios, al lograr las dos entidades inscribir sus respectivos nombres, por primera vez, en la relación de campeones de competiciones oficiales.

La primera alegría de la temporada nos llegó el pasado 24 de septiembre, desde Vitoria, donde el Herbalife-Gran Canaria derrotaba al todo poderoso Barcelona y ganaba para las Islas la Supercopa -no olvidemos que ya habían dejado huella entre los mejores en la temporada 2015/2016, al proclamarse subcampeones de la Copa del Rey-. Y ahora, pendientes del los play off por el título (con ambos ya clasificados), el de momento último broche de oro de la presente campaña lo puso el Iberostar-Tenerife el pasado domingo al proclamarse vencedor de la primera Champions League. Los sueños de las aficiones se han hecho realidad. Jugadores y afición han hecho posible metas que parecía inalcanzables o imposibles. Gran Canaria y Canarias, Herbalife e Iberostar, han puesto al baloncesto canario en la primera línea del baloncesto español y se han ganado la consideración de aspirantes a todo tanto en España como en Europa.

Cuando el deporte de élite genera un seguimiento masivo -como así ocurre con el baloncesto- multiplica todavía más su peso y proyección cuando se dan tantas alegrías a sus seguidores. Sin duda, el éxito sin precedentes de los dos máximos representativos del baloncesto canario dinamiza a los jugadores de base y hace que crezcan las posibilidades de que la cantera siga dándonos satisfacciones . Ésta es sin duda una de las razones por las que el deporte profesional debe recibir el apoyo institucional. Si los equipos profesionales crecen también crece la implantación del deporte -del baloncesto, en este caso- entre los más jóvenes.

No terminan aquí los argumentos para apoyar a estos equipos. La incontestable promoción que hacen de unas Islas que tienen en el turismo el motor de la generación de empleo llena de razones el apoyo institucional. El deporte de alta competición genera una profusión de noticias e informaciones en prensa, radio y televisión que refuerzan en España y en Europa la marca Canarias.

La élite de los deportes con un seguimiento masivo nos pone en el mapa. En esa dirección, la apuesta que está haciendo desde hace años el Cabildo de Gran Canaria con su apoyo económico al Granca está reportando a la Isla una promoción exterior indiscutible. En el caso del Canarias, el apoyo institucional y la magnífica gestión económica y deportiva por parte de sus dirigentes están sirviendo para recuperar la pasión por este deporte en la Isla, proyectándola igualmente en el resto de España y Europa.

Ambas entidades son un orgullo para los canarios. Ambos equipos crecen como embajadores de unas Islas que necesitan proyectarse en el resto del país y en los mercados europeos.