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Canarias, Izaña, Octavio Linás, PLOCAN, Reyes, Roque de los Muchachos, Taliarte
Canarias tiene y ofrece unas condiciones naturales envidiables. Contamos con uno de los mejores climas del mundo -posiblemente sea el mejor-. Nos envuelve un cielo tan limpio que las miradas de los astrofísicos del planeta lo demandan. Nos rodea un mar con una fauna tremendamente diversa, única. Somos, además, uno de los territorios con mayor biodiversidad. No acaban aquí nuestras fortalezas. Los vientos alisios modulan las temperaturas y las horas de sol hacen posible un aprovechamiento de este recurso natural de forma sostenida. Nuestro presente, y sin duda nuestro futuro, pasa necesariamente por un uso racional y sostenible de estos y otros recursos naturales. Nuestra economía y el bienestar de la gente que vive aquí deben apuntalarse pivotando sobre un aprovechamiento sensato y responsable de los recursos que nos ha dado la naturaleza.
El mejor clima que pueda ofrecerse a los turistas constituya una baza ganadora, un elemento que ayuda como pocos a que las Islas reciban anualmente alrededor de quince millones de visitantes. No en vano, ha sido el clima el factor que décadas atrás propició como ningún otro un desarrollo turístico que genera más de un tercio de nuestro producto interior bruto, generando oportunidades de trabajo a más de 300.000 personas. No acaban ahí sus potencialidades. El turismo es el motor a partir del cual se desarrollen todo tipo de actividades, especialmente vinculadas a los servicios.
La extraordinaria calidad de los cielos del Archipiélago propició que en 1975 se fundara el Instituto de Astrofísica de Canarias. Años o ya décadas después el Gobierno de España, el Gobierno de Canarias, la Universidad de La Laguna, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas e instituciones de diecinueve países colaboran estrechamente en este ámbito, proyectando a Canarias en investigación, innovación y desarrollo científico por todo el mundo. Todas las islas, sin excepción, cuentan con magníficas condiciones para observar; ahora bien, tanto en el Roque de los Muchachos (La Palma) como en Izaña (Tenerife) es donde tiene Astrofísico sus piezas angulares para desplegar una amplia gama de telescopios que además de conocimiento generan actividad económica y empleos de calidad, reforzando así la vertiente del turismo científico, de calidad.
Clima, cielo y mar. El mar que nos separa, une y rodea es otro de los ejes vertebrales en los que apoyar la diversificación de la economía de las Islas. Pesca, deporte, energía, alimentación, transporte, turismo, investigación, innovación y desarrollo son, entre otras, actividades que tienen espacio en el mundo marino, actividades que abren un océano de oportunidades que irán a más en las próximas décadas. Han acertado los Reyes de España visitando esta semana la Plataforma Oceánica de Canarias, en Taliarte (Gran Canaria), sin duda un observatorio privilegiado para ensayar y desarrollar, a través del conocimiento, todas las iniciativas o proyectos vinculados al mundo marino.
El 5 de abril de 2008, bajo la batuta de su principal impulsor, Octavio Llinás, desde el Gobierno de aquel momento pusimos en marcha un proyecto que con el tiempo tendrá una proyección similar al que ha tenido y tiene el Instituto de Astrofísica. El Plocan está llamado a ser el carro del que se va a tirar para colocar a Canarias -y a España- en la vanguardia internacional -en términos científicos y de competitividad- de las acciones vinculadas el mar. Al igual que ocurre con el Instituto de Astrofísica, en la Plataforma Oceánica de Canarias el Gobierno de Canarias y el del Estado van de la mano, así ha sido y así debe ser para que el trabajo en común permita crecer como merecemos.
Estas bazas con las que contamos han sido debidamente incorporada a los planes de trabajo de las Islas. El aprovechamiento de las condiciones de nuestro cielo y de nuestro mar están incluidas en la Estrategia de Desarrollo Inteligente de Canarias que fue consensuada plenamente por los sectores intelectuales, económicos, institucionales y sindicales del Archipiélago, en 2014, y que recibió el reconocimiento y aprobación de la Comisión Europea. Contamos con las condiciones adecuadas. De nosotros depende un aprovechamiento inteligente y responsable de las mismas.
Hay que seguir trabajando. Hay que continuar allanando los obstáculos que frenan el desarrollo de las energía limpias. Ese es el mejor camino. Posiblemente el único camino posible para unas Islas que si juegan bien sus cartas tendrán en la economía verde una baza fundamental para afrontar con garantías del siglo XXI.