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Adolfo Suárez, Agrupaciones de Electores, Hermoso, Isidoro Sánchez, José Segura, Martín Luís
Para entender cómo surgió el moderno nacionalismo canario es necesario rescatar episodios insuficientemente conocidos, hechos y protagonistas sin los que no puede comprenderse un proyecto necesario para Canarias. Hay que volver sobre los pasos que se dieron en el ámbito municipal. Convencidos de que el partido debía construirse de abajo hacia arriba, sintiendo de cerca el pulso de la calle y de los ciudadanos, un grupo reducido pero valioso de personas hicieron posible lo que parecía imposible.
Los entonces alcaldes Elias Bacallado (El Rosario), Alfonso Fernández (La Victoria), Francisco Sánchez (La Orotava) y Froilán Hernández (Granadilla) firmaron los estatutos del nuevo partido, Agrupación Tinerfeña de Independientes (ATI), inscribiéndolo en el registro de partidos del Ministerio del Interior el 1 de marzo de 1983, a poco más de un mes de las elecciones convocadas para el 8 de mayo. La práctica desintegración de la Unión de Centro Democrático (UCD) produjo una desbandada de alcaldes y cargos públicos de la organización que había liderado Adolfo Suárez. Algunos encontraron refugio en la coalición conservadora formada por Alianza Popular (AP), el Partido Democrático Popular (PDP) y la Unión Liberal (UL); otros se reubicaron políticamente en el recién creado Centro Democrático Social (CDS) fundado por Adolfo Suárez y en el caso de Canarias muchos encontraron su sitio en las Agrupaciones de Independientes que nacieron en distintas islas y municipios, como la Agrupación Tinerfeña de Independientes (ATI), la Agrupación Gomera de Independientes (AGI), la Agrupación Herreña Independiente (AHI), la Agrupación Insular de Lanzarote (AIL), el Partido Independiente de Los Llanos de Aridane, la Agrupación de Vecinos de San Bartolomé de Tirajana, la Unidad Popular , la AGALI de Galdar y la Unión Pueblo de Guía.
Un grupo reducido pero valioso de personas hicieron posible lo que parecía imposible
En mi caso, que había sido alcalde independiente en una candidatura patrocinada por la UCD en las primeras elecciones democráticas del 79, los acontecimientos se aceleraron. Uno de aquellos días de vértigo me encontré con una amplia representación de la Agrupación Independiente de La Orotava (AIO) en un restaurante de El Sauzal camino de un acto en La Esperanza (El Rosario). Dije que podían contar conmigo. Francisco Sánchez, su hermano Isidoro, Isaac Valencia, Ana María Llarena y Antonio Santos fueron algunos de los que formaban parte de aquel grupo que acudía al acto esperancero. Fue a raíz de esas conversaciones como me vinculé al proyecto político que empezaba a emerger en aquellos momentos, coincidiendo con la incorporación de Manuel Hermoso Rojas y Juan Manuel Bello, alcaldes de Santa Cruz y de Adeje respectivamente, a las candidaturas que ATI presentó a las elecciones del 8 de mayo.
El paraguas de ATI solo habría servido como instrumento para presentarnos a nuestros respectivos ayuntamientos de no ser por la inquietud e iniciativa política de Manuel Martín Luis e Isidoro Sánchez. Martín Luís, que luego sería teniente de alcalde y responsable del partido en La Laguna, era un pura sangre de la política, con una enorme capacidad para transmitir y contagiar tanta ilusión como convicción. Por su parte, Isidoro Sánchez, concejal en la Villa desde 1979 con la Agrupación Independiente de La Orotava (AIO) y director en aquellos años del Parque Nacional de Garajonay (lo había sido también del de las Cañadas) derrochaba compromiso por nuestra tierra.
Los pasos que dábamos fueron ritmo en la dirección correcta, como así se demostró con el transcurrir de los años. Martín Luis, Isidoro Sánchez y yo decidimos ir a ver al entonces alcalde Manuel Hermoso, que ya había decidido ir a las elecciones municipales con las nuevas siglas (ATI), para plantearle la conveniencia de presentar también una lista al Parlamento de Canarias y al Cabildo de Tenerife. Treinta y tres años después recuerdo perfectamente aquella reunión. Hermoso creía que no se daban las condiciones para presentar una lista al Parlamento como ATI, y, por lo tanto, nos respondió que no contáramos con el apoyo de Santa Cruz a nuestra iniciativa. Sin embargo, ofreció la incorporación de uno de sus concejales si decidíamos presentar una candidatura al Cabildo. En el último segundo, cuando terminaba el plazo de presentación de candidaturas, una eficiente Beatriz Fajardo registró una candidatura a la Corporación Insular del nuevo partido fundado por los alcaldes independientes de Tenerife.
Isidoro Sánchez y Manuel Martín Luís propiciaron el salto de los ayuntamientos al Cabildo
Isidoro Sánchez encabezaba la lista de la que también formábamos parte Antonio Buenafuente, Ricardo Tavío, Elías Bacallado, Beatriz Fajardo y yo mismo. La representación conseguida por ATI en el Cabildo y la evolución de los acontecimientos durante esa legislatura explican también en buena medida las claves que han marcado a la política canaria en las últimas tres décadas. Las elecciones del 8 de mayo de 1983 constituyeron un éxito para el partido que acababa de echar a andar apenas un mes antes. En los ayuntamientos ATI obtiene 66.140 votos y las alcaldías de Santa Cruz, La Orotava, Adeje, La Victoria y El Sauzal. El socialista José Segura, encabezando la candidatura del PSOE, gana en el Cabildo con 13 consejeros, pero a ATI la respaldan casi 50.000 electores y consigue 6 consejeros. La legislatura avanzó con normalidad. Segura sumó el apoyo del único representante de UNI (Unión Nacionalista de Izquierda), Melchor Nuñez, y contó inicialmente con la colaboración responsable de ATI. Sin embargo, la nueva Ley de Régimen Local de 1986 va a suponer la ruptura de dicha colaboración en la Corporación Insular, abriendo un nuevo tiempo para la política de Tenerife y posteriormente para la del Archipiélago.