Etiquetas
2020, África, Canarias, cine, conocimiento, crecimiento, diversificación, embajadores, empleo, encuentros, Estado, Europa, Gran Canaria, industria, investigación, modernización, reuniones, RUP, sostenibilidad, turismo, UE
Crear las condiciones adecuadas para hacer posible la internacionalización de la economía canaria, su apertura a nuevos mercados y su consolidación como centro neurálgico de transacciones comerciales y operaciones humanitarias con los países de nuestro entorno (especialmente los del África Occidental) es una tarea que requiere tiempo, pero especialmente constancia.
Por eso, en los últimos años mi Gobierno ha desarrollado un conjunto de acciones tendentes a la consecución de esos objetivos. Hemos promocionado las ventajas competitivas del Archipiélago a un lado y otro del Atlántico, abriendo así los ojos a nuestra privilegiada posición geográfica, a la fortaleza de nuestras infraestructuras y servicios, a nuestros potentes atractivos fiscales.
Ese trabajo ha comenzado a dar sus frutos. Hemos pasado, ahora sí, de las palabras a los hechos, de los discursos e intenciones a datos incontestables.
Hoy tenemos radicadas en Canarias diferentes empresas y organizaciones no gubernamentales foráneas que trabajan con el continente vecino. Empresas y entidades norteamericanas –canadienses y estadounidenses- que han visto en África un mercado de enorme potencial -dado el crecimiento económico sostenido que viene experimentado en la última década- ven en Canarias una apuesta ventajosa, fiable.
Nuestras Islas deben aprovechar las oportunidades que se nos están abriendo, y que ya están generando actividad, para dar un salto cualitativo en la diversificación de su economía, en el incremento de nuestra competitividad y, en esa dirección, en la generación de empleo.
Fruto de un trabajo a veces silencioso pero constante, en estos últimos años hemos dado pasos firmes para que el Archipiélago se convierta, ahora sí, en hub o plataforma internacional de negocios para África -del mismo modo que Miami lo es para el espacio regional de América central y del Sur, y Singapur para Asia-. Ese es el objetivo. Ambicioso, sin duda, pero no por ello irrealizable o utópico.
Comparto plenamente las valoraciones que a este respecto ha hecho públicamente Jaime Malet, presidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en España, una entidad con la que el Gobierno de Canarias ha venido colaborando en los últimos años.
Comentaba Malet recientemente que, además del desarrollo económico que experimenta África, la inversión extranjera en el continente es ciertamente importante y creciente, y que nuestras Islas tienen enormes fortalezas para ser uno de los actores principales en el tiempo nuevo que está abriéndose en nuestro espacio geopolítico.
Las infraestructuras, los servicios sanitarios o educativos, la existencia de una clase empresarial que puede colaborar en esas iniciativas transnacionales, la existencia de entidades financieras solventes o la seguridad jurídica son, entre otras, razones de peso. En esa línea de trabajo, la Cámara de Comercio de Estados Unidos en España, junto al Gobierno de Canarias, ha remitido información exhaustiva de todo ello a unas quinientas empresas multinacionales.
Este trabajo debe tener continuidad, y para ello es imprescindible contar con colaboradores relevantes y conocedores de la realidad empresarial americana, y los canarios hemos encontrado en el actual embajador de Estados Unidos en España, James Costos, un magnífico aliado en esta estrategia.
He tenido la oportunidad de reunirme en dos ocasiones con el embajador en estos últimos dos meses –una en Tenerife y otra en Madrid- para exponerle la estrategia de internacionalización de Canarias y explicarle las ventajas que tendrían para las empresas norteamericanas fijar su base de operaciones en Canarias.
Hemos abordado numerosos ámbitos de actuación potenciales, entre ellos el desarrollo de las energías renovables, la colaboración humanitaria o las producciones cinematográficas. Su disposición a ayudarnos, su implicación y sensibilidad son extraordinarias, hasta el punto de que a raíz de aquellos encuentros el embajador nos ha ayudado a planificar y organizar una agenda de reuniones de trabajo en Estados Unidos en las que, en su compañía, el Gobierno de Canarias tendrá la oportunidad de explicar a destacados inversores de aquel país las fortalezas del Archipiélago como plató cinematográfico -entre ellas, sin duda, los incentivos fiscales previstos en el nuevo Régimen Económico y Fiscal-.
Hay que propiciar las condiciones y la conciencia adecuadas; y para lograrlo supone una ayuda fundamental contar con la colaboración de personalidades tan destacadas como el embajador.
En este camino, la disposición e implicación de James Costos (perfecto conocedor de la industria cinematográfica) impulsando dichas reuniones de trabajo en Estados Unidos constituye para los intereses de Canarias una oportunidad inaplazable, una oportunidad que no podemos dejar pasar.
Pingback: ¿Por qué vienen a rodar a Canarias? | paulinorivero.com