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Presentación del Plan de Modernizacion de San Bartolomé de Tirajana

No hay ningún sector en Canarias que pueda sustituir al turismo como principal motor económico del Archipiélago y, en consecuencia, como máximo generador de empleo y riqueza.

Hay espacio, y en eso estamos trabajando, para impulsar otros sectores e incrementar las potencialidades de nuestro tejido productivo, pero el turismo ha sido, es y será el que tire del resto. Algunos sectores que pueden y deben ir a más, pero solo el turismo es capaz de generar la cantidad de empleo que estamos necesitando –especialmente en unos momentos como los actuales, en los que las comunidades autónomas tenemos un estrechísimo margen para impulsar políticas activas de empleo–.

Las cifras son contundentes. El 31% de nuestro Producto Interior Bruto depende del sector turístico, lo que traducido en empleos significa 300.000 puestos de trabajos directos. En determinadas islas, como Lanzarote y Fuerteventura, ese porcentaje supera el 50 por ciento en términos de PIB y de empleo.

Esto es así porque Canarias reúne, como ningún otro lugar en el mundo, las mejores condiciones para disfrutar de una experiencia turística plenamente satisfactoria. A sus indudables atractivos naturales suma su envidiable posición geográfica con respecto al principal mercado emisor, Europa, y un nivel de desarrollo en infraestructuras homologable a países punteros.

Ahora bien, para mantener esa privilegiada posición en el ranking turístico mundial debemos trabajar, entre otros, en dos frentes. Por un lado, perseverando en la protección del territorio y la biodiversidad, en la convicción de que es nuestro tesoro más preciado; y, por otro, profundizando en la mejora del espacio turístico –público y privado– que haya podido quedar obsoleto con el paso de los años.

En este sentido, uno de los objetivos prioritarios del Gobierno es la concreción de los planes de modernización de importantes enclaves turísticos del Archipiélago, núcleos que precisan de un impulso renovador para adaptar sus estructuras a las necesidades de un turista que hoy demanda, sobre todo, calidad en el destino.

Este pasado martes, sin ir más lejos, se presentó al empresariado los detalles del Plan de Modernización de San Bartolomé de Tirajana, que se suma a los que ya están en marcha en Tías y Costa Teguise, en Lanzarote, y Corralejo, en Fuerteventura.

Planes, a los que aludo, que integran a la iniciativa pública y la privada en la renovación de la planta alojativa, en la mejora de los espacios públicos y, en determinados casos, en el impulso de infraestructuras imprescindibles para ganar en competividad.

La actuación en esta materia no se queda ahí, porque también se encuentran en su fase inicial de tramitación los planes de modernización del Puerto de la Cruz, de Los Llanos de Aridane, de Costa Adeje, de Arona-Adeje y de Guía de Isora. Y están en estudio los correspondientes a Morro Jable y Cañada del Río.

A fecha de hoy, ya están firmados un centenar de convenios con la iniciativa privada para la renovación de establecimientos alojativos y de ocio, que concluirán en muchos casos con un salto de calidad en los citados establecimientos, que ganarán estrellas en su calificación turística.

Se trata, sin duda, de una de las actuaciones más ambiciosas que tiene en marcha el Gobierno de Canarias para mejorar la competitividad del sector turístico canario y garantizar, de esta forma, el futuro de las nuevas generaciones con un modelo de desarrollo realmente sostenible.

Pero si esta iniciativa es de gran importancia en sí misma, también lo es porque nos permitirá, de manera simultánea, dinamizar el subsector de la construcción –tradicionalmente uno de los que mayor mano de obra demanda en Canarias- implicándolo en los planes de rehabilitación.

De esta manera, es posible que turismo y construcción vayan de la mano sin nuevas afecciones al territorio. De acuerdo con los cálculos que ha realizado el Gobierno y en cuanto todos los planes de modernización se hayan puesto en marcha, será posible crear más de 125.000 puestos de trabajo en las Islas. Esta cifra nos puede dar una idea clara de la dimensión que tienen los planes de modernización y de la necesidad de que empresarios y administraciones públicas colaboren de manera estrecha para llevarlos a buen puerto. Siendo así, podremos mirar al futuro con renovado optimismo.

Con todo, es necesario profundizar también en otros aspectos relacionados con el turismo para avanzar en la dirección adecuada, sin dar pasos atrás tan innecesarios como perjudiciales. Así, precisamos que el Gobierno del Estado atienda la demanda canaria de dar continuidad a medidas que se han demostrado fundamentales para incentivar el turismo, como las bonificaciones a las tasas aeroportuarias, o que avancemos en la gestión de nuestros aeropuertos.