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Aeropuerto de Gran Canaria

Cada vez cobra más fuerza la posibilidad de que finalmente se vuelva a obligar a los canarios a tener que presentar el certificado de residencia cada vez que tenemos que viajar. Una medida, otra más, que demuestra una falta de tacto y de sensibilidad enormes del Gobierno central hacia esta tierra.

He dicho siempre, porque es verdad, que para los canarios viajar no supone ningún lujo y que, cualquier medida que ponga obstáculos a la de por sí obligada movilidad de nuestra gente, existiendo alternativas, es una mala medida, una medida contra el principio de igualdad que debe regir entre todos los ciudadanos del Estado.

Volver al sistema de certificado de residencia en papel para poder beneficiarnos del descuento de residente supone retroceder 30 años en nuestra historia, dar un salto atrás y entorpecer ese necesidad vital que tienen los canarios, por su condición de insularidad, lejanía y fragmentación geográfica, de hacer uso con frecuencia del barco o el avión. Ese derecho básico que hay que cuidar y no poner en entredicho, con medidas como ésta, constantemente.

En un tiempo en el que las nuevas tecnologías, la informatización y la innovación en los sistemas, donde existen alternativas telemáticas contrastadas para evitar este engorro y este gasto añadido, donde se lucha contra la burocracia y donde se busca reducir lo máximo posible, por cuestiones económicas y de sostenibilidad, el recurso del papel, esta iniciativa de Fomento resulta, además, reaccionaria e incomprensible.

Tengo una reunión pendiente con la ministra de Fomento y espero poder convencerla de todo lo expuesto en este post, de abrirle los ojos ante una realidad tan evidente y flagrante. Si hay defraudadores, que paguen los defraudadores. Hoy en día existen medios más que suficientes para detectarlos. Pero no se puede castigar a toda una sociedad por los abusos de unos pocos. No se puede hacer retroceder en la historia a toda una comunidad autónoma por el desconocimiento o las ocurrencias de un Gobierno que vive de espaldas a la realidad. Nuestra realidad. La realidad de Canarias.

Fotografía: Håkan Dahlström