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RUP de la UE

El pasado jueves intervine ante la XVII Conferencia de Presidentes de las RUP de la UE con un discurso centrado en la necesidad de pasar a la acción, de asumir con todas las consecuencias las particularidades y necesidades de los territorios más alejados del continente.

Parece que a día de hoy ya nadie duda de que las regiones ultraperiféricas de la Unión Europea tienen unas especificidades que hay que atender y unos déficits que hay que corregir. Incluso se ha puesto de moda entre los líderes y responsables de la UE la idea de que hay que ver a las RUP no como un hándicap, sino como una oportunidad.

Y lo cierto es que, por nuestras singularidades, nuestro trabajo, nuestro compromiso y nuestras propuestas, tenemos bien ganado ese reconocimiento.

Pero es el momento de pasar de las palabras a los hechos, de la filosofía a la realidad.

En la política actual de la UE con respecto a los territorios alejados no hay coherencia porque, lejos de atender esas especificidades que se reconocen, se aplican criterios que van en contra de nuestro desarrollo y sostenibilidad.

Sin duda, estamos en un momento complicado. Pero en tiempos difíciles hay que distribuir los recursos con equidad. Queremos simplemente gozar del mismo bienestar y tener las mismas oportunidades que aquellos que viven en el continente.

Por eso abogamos por que, definitivamente, se pongan en marcha las medidas económicas, normativas y fiscales que las RUP precisan y la UE ha reconocido, y en ningún caso es asumible que los Fondos RUP se reduzcan, pasando de los 35 euros por habitante y año del periodo anterior a 22 euros, o lo que es lo mismo, del 0,5 % al 0,3 % del presupuesto de cohesión.

Mantener la dotación de la asignación específica en los términos actuales representaría apenas unos 400 millones de euros sobre los 376.000 millones de la política de cohesión. Y es preciso que se articulen medidas urgentes y específicas para combatir la crisis, especialmente en los territorios más frágiles, aquellos que sufren más las tensiones por su lejanía del continente.

La política europea debe responder a la acuciante necesidad de creación de más y mejores empleos, lo que constituye para el Gobierno de Canarias el elemento principal a la hora de plantear prioridades y opciones.

El documento de Solbes, el llamado ‘informe Solbes’, refuerza las tesis sobre las que hemos estado trabajando todos estos años. Es el momento de decirle a la UE con toda claridad que es la hora de la coherencia, de aplicar lo estipulado en el Tratado de Lisboa. La hora de pasar de las palabras a los hechos.