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Constitucion Española

La propuesta formulada por el presidente del Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, es tan necesaria como insuficiente. Necesaria porque la realidad económica  y presupuestaria de Europa y España impone dar pasos al frente, avanzando hacia políticas que incrementen el control de las cuentas públicas. En ese sentido, hay que valorar la iniciativa del todavía presidente como razonable y oportuna. Igualmente, cabe celebrar que en esta ocasión una propuesta del Gobierno sea recibida desde la oposición con la responsabilidad y el sentido de Estado que la situación demanda y exige.

En ese camino, en la idea de impulsar acuerdos que ayuden a superar las dificultades, las ‘voces’ de la periferia del Estado tenemos mucho que decir y decidir. Desde los distintos territorios del Estado tenemos mucho que aportar para vertebrar los grandes pactos que tanta falta hacen.

Ahora bien, la propuesta de Zapatero requiere dos lecturas. Una lectura de Estado anima a catalogarla de necesaria. Una lectura canaria obliga a considerarla insuficiente.

Si se abre la puerta a una reforma constitucional, será el momento para que en la Carta Magna se garantice una financiación adecuada y diferente para Canarias. Si se da el paso, esa reforma constitucional debe ser aprovechada para introducir un sistema de financiación especifico y diferenciado para Canarias, fundamentándose esa oportunidad en nuestra condición de territorio alejado -condición que ya nos reconoce la Union Europea, pero que incomprensible e injustificadamente aún no recoge la Constitución-.

Una reforma constitucional debe reconocer a Canarias un sistema de financiación propio, diferente al del resto de las comunidades autónomas. Si no se aprovecha el momento, esa reforma se quedará corta. Hay que ir mas allá de lo planteado por Zapatero.