Hoy he vivido una jornada muy completa en Lanzarote. A primera hora presidí la inauguración de las obras de la circunvalación de Arrecife, una iniciativa importante que en 30 meses estará culminada y servirá para dar cobertura a los más de 30.000 vehículos que transitan por las vías de la capital a diario. Poco después me desplacé a Puerto del Carmen para inaugurar oficialmente la red de canalización pluvial que tanto demandaba esta zona turística para evitar inundaciones en épocas de lluvia y que ya ha mostrado su eficacia en las recientes precipitaciones que afectaron a la isla, fruto de la colaboración de varias administaciones: Gobierno central, Gobierno de Canarias, Cabildo y Ayuntamiento de Tías, y un claro ejemplo de cómo, por encima de partidos e ideologías, quienes gobernamos desde distintas instituciones debemos unir fuerzas para dar respuesta a lo que realmente importa: las necesidades del ciudadano.

Y a eso de la una de la tarde cumplí el compromiso que había adquirido con los organizadores de Lavatrail 2011, la primera maratón de montaña de Lanzarote, una preciosa carrera desde Uga a Playa Blanca que, en la modalidad en la que participé, constaba de 18 kilómetros. Una manera diferente de correr, ya que normalmente lo hago por asfalto y que, a pesar del esfuerzo que conlleva (se puede correr o caminar), es perfecta para no perderse el paisaje interior de la isla, tan bonita también después de las últimas lluvias. Preciosa la vista de Playa Blanca pasando la degollada.

Una experiencia muy enriquecedora, que exige mucho esfuerzo, pero también da muchas satisfacciones. Mis felicitaciones también al grancanario Gregorio Armas, vencedor absoluto de la prueba, tras recorrer nada menos que 82 kilómetros, un claro ejemplo de esfuerzo y voluntad. Está claro que las posiblidades del ser humano no tienen límite.

Si quieres ver mis fotos de la carrera, puedes hacerlo en Flickr.