Ésta es mi primera valoración respecto a la decisión anunciada ayer por el Partido Popular.

En primer lugar, quiero garantizar que las decisiones de los próximos días se adoptarán situando la responsabilidad institucional –el criterio de buen Gobierno- por encima de cualquier otra consideración o prioridad. Sé que algunas decisiones no serán fáciles. Algunas serán bien entendidas. Otras no tanto. Pero mi responsabilidad –mi obligación- no es quedar bien, sino hacerlo bien. Hacer bien las cosas.

El interés de Canarias está muy por encima del interés de los partidos. Con ese criterio he venido trabajando. Con esa convicción seguiré actuando. En esa dirección, les anuncio que las decisiones se tomarán con la tranquilidad que el sentido del deber impone. No se asumen responsabilidades políticas para quedar bien, sino para hacer bien las cosas.

Con ese punto de partida, no actuaré en función de lo que le viene mejor a este presidente o al partido al que pertenezco, sino atendiendo única y exclusivamente a lo que Canarias necesita en unos momentos que la situación económica hacen especialmente difíciles. No son tiempos para sobresaltos o improvisaciones. Hay que generar certidumbres, confianza, tranquilidad. En esa línea he venido trabajando, y así seguiré haciéndolo.

A las instituciones, y a los agentes económicos y sociales, les confirmo que el Gobierno de Canarias garantiza esa tranquilidad; esa certidumbre que tanta falta le hace a nuestra economía y a la sociedad en su conjunto. En otra coyuntura, cabrían soluciones al uso. No es el caso. Afrontamos una situación económica distinta a cualquier otra que, ante la necesidad de cambios en el Gobierno, impone adoptar decisiones distintas a las habituales. Decisiones que, ya les adelanto, se adoptarán en el transcurso de las próximas 72 horas.

No valoraré el paso que ha dado el Partido Popular. Miro al pasado únicamente para poner de relieve que se ha avanzado, que el Gobierno que presido ha trabajado mucho y bien. Durante estos más de tres años, absolutamente todas las decisiones se han adoptado por unanimidad en el seno del Consejo. Un dato que demuestra la cohesión y fortaleza de un Gobierno.

He defendido, defiendo y defenderé con firmeza y orgullo el interés de los canarios. Respeto, pero no comparto, que otros antepongan el interés de partido a la defensa de Canarias. Respeto, pero no comparto, que la apuesta sea otra. La apuesta de este presidente es anteponer la estabilidad, el trabajo y el interés general a cualquier otro interés. Mi responsabilidad como presidente no es defender a éste o aquel candidato, sino a Canarias.

Así lo he hecho, y así lo haré siempre. Miro hacia delante. Y espero tanto del grupo parlamentario popular, como del grupo parlamentario socialista el compromiso, la lealtad y la altura política que los ciudadanos demandan y merecen. A ambos grupos les ofrezco colaboración y confianza.

Mirando al presente y al futuro, garantizo a los ciudadanos el buen gobierno de los intereses generales. He gobernado y seguiré gobernando con responsabilidad y firmeza. Y con valentía cuando la situación lo requiere. Garantizo la correcta gestión de los intereses canarios. Con solvencia. Con fiabilidad. Con seriedad. Con rigor. Respetando y haciéndonos respetar.

Hay razones para la tranquilidad. Razones para seguir trabajando duro. Es verdad que no son tiempos fáciles. Ni en Canarias ni en ningún otro territorio. Pero, porque desde el primer momento le hemos plantado cara a la crisis, hay datos que apuntan que estamos empezando a recuperarnos. Voy a trabajar de sol a sol para que esta situación –puntual- no altere el buen funcionamiento ni la agenda de objetivos. No vamos a parar. No vamos a parar ni un solo día.

Este texto son las declaraciones íntegras de mi comparecencia esta mañana ante los medios de comunicación.