Etiquetas
CC, Icod de los Vinos, NC, Oramas, Pedro Quevedo, Rajoy, Román Rodriguez
Con la llegada del paréntesis de agosto se ralentiza la actividad de las administraciones públicas, dándose además una parálisis más o menos generalizada en el ámbito político. Echan la llave el Congreso, el Senado y los Parlamentos, y los gobiernos de España y autonómicos -así como los Cabildos y Ayuntamientos- constituyen lo que podría considerarse como gabinetes de guardia, operativos únicamente para situaciones que requieran una respuesta inmediata o para abordar asuntos que no puedan esperar al inicio del otoño político.
Los partidos políticos también cierran las puertas de sus sedes. Solo se mantienen en su puesto los portavoces designados para poder expresar su opinión ante los culebrones que aparecen, por la falta de noticias, en los medios de comunicación. En agosto cualquier rumor sirve para alimentar un buen titular. Dicho de otra manera, en el terreno político el verano es un arma de doble filo que exige una correcta gestión de los acontecimientos, más aún si a la vuelta del paréntesis asomarán de forma inmediata una complicadisima negociación presupuestaria y, sobre todo, un desafío como el de los independistas catalanes.
Cuando el pasado miércoles Rajoy se oxigenaba caminando por Galicia natural, en pleno inicio de la necesaria desconexión, en su cabeza seguro que se movían el problema catalán, la cada vez más preocupante crisis social y política de Venezuela o la buena marcha de la economía, mejora avalada por los datos del paro que se habían dado a conocer el día anterior.
El mismo día, casi a la misma hora en la que el también presidente del PP buscaba desconectarse, a más de tres mil kilómetros de distancia estaba ocurriendo un hecho que no romperá el período de desconexión de Rajoy pero si podrá alterarlo en alguna medida. Mientras Rajoy recuperaba fuerzas después de su caminata doce concejales de distintos partidos políticos en la oposición municipal presentaban en Icod de los Vinos una moción de censura contra el actual alcalde, Francisco Javier González, de Coalición Canaria. Tres de los cinco concejales que tiene el PSOE en el Ayuntamiento de la Ciudad del Drago, los cuatro del PP, los cuatro de Somos Icodenses y el único que tiene Ciudadanos registraban una moción de censura contra el alcalde de CC para ser debatida el diecisiete de agosto.
La censura de Icod de los Vinos da para muchas reflexiones políticas, invitando a un análisis sobre la estrategia de pactos de CC y sus efectos en la ocupación del espacio nacionalista en Canarias. Coalición Canaria ha optado por gobernar en solitario en Canarias. A corto plazo pudiera parecer un éxito, porque evita el tener que compartir gobierno y por lo tanto un reajuste interno complejo. Sin embargo, el peaje que puede acabar pagando puede ser muy caro. Por una parte, porque los objetivos programáticos como opción nacionalista se alejan; y, por la otra, porque se ha perdido la cobertura que en ayuntamientos y cabildos da un acuerdo con el PSOE o con el PP. La moción de censura en Icod de los Vinos es un claro ejemplo de ello.
De consumarse la censura el próximo día 17 el mal calculo estratégico de CC refuerza el posicionamiento político en Tenerife de Nueva Canarias, competidor en el espacio nacionalista. De prosperar la iniciativa de la oposición el nuevo alcalde sería José Ramón León, de Somos Icodenses, fuerza política que tiene acuerdos con NC. Es decir, de prosperar la moción Nueva Canarias tendría su primer alcalde en Tenerife en un lugar tan significativo como Icod.
La tranquilidad política de agosto va a saltar por los aires. Es mucho lo que está en juego. Si CC no logra frenarla se abriránlas puertas, por desproteccion, a nuevas iniciativas del resto de partidos. El único camino viable para parar la censura es convencer a Rajoy y al PP del valioso voto de CC en el Congreso y a buen seguro desde que se tuvo conocimiento de su presentación la dirección de CC intenta convencer a Rajoy, De Cospedal o Maillo de la importancia de contar con el voto de Oramas.
En otras circunstancias esto no tendría muchos problemas para ser resuelto por Madrid. El asunto se complica porque, paralelamente, ante los responsables del PP de Madrid y ante Rajoy Román Rodriguez exige su no interferencia en este asunto haciendo valer el voto de Pedro Quevedo. Por ello, el alcance del resultado de la censura de Icod trasciende el ámbito municipal y se convierte en una lucha por el espacio nacionalista entre CC y NC.
Con quién estará Rajoy y su partido, ¿con CC y por tanto abortando la censura o manteniendo una posición de no interferencia y beneficiando los intereses de NC? El 17 de agosto tendremos la respuesta.
Siento discrepar con el título, el enunciado sería: «Clavijo tiene un problema con Ansona en Icod».
Por qué se tiene la costumbre de confundir los problemas locales con los nacionales?
Por qué CC siempre quiere ser el ombligo de la Autonomía, aún no obteniendo los votos de los ciudadanos cada cuatro años?
Por qué se siguen sembrando las semillas de la post-guerra y no se aprende de los errores?
Por qué no se arregla el conflicto insular de una vez para siempre?
Por qué y para cuando el desempleo, la sanidad, la educación y la vivienda dejarán de ser problema? Existen intereses ocultos?…
Éstos cuatro últimos son competencia Autonómica… Ya no sé que pensar de nuestros «dirigentes». Es la pescadilla que se muerde la cola… Saludos.