Etiquetas

, , , , , , ,


 
El Régimen Económico y Fiscal, garantía de las singularidades de Canarias en tanto define los instrumentos de nuestro fuero -y es la herramienta fundamental para corregir las desventajas que la lejanía y la insularidad nos imponen- vive estas semanas un momento decisivo. Nos jugamos mucho; no en vano, el REF está muy presente en el día a día de los canarios, y marca en buena medida nuestro presente y futuro.

Las compensaciones a los precios de la electricidad, al agua desalada, las telecomunicaciones, el transporte de pasajeros y mercancías, o la fijación de tarifas portuarias y aeroportuarias diferentes y reducidas son algunos ejemplos de esa presencia constante del REF en el día a día de quienes vivimos en las Islas. Muy lejos de ser una herramienta abstracta, cabe recordar –como así se está haciendo estos días en una campaña divulgativa– que fija lo que hemos de pagar cuando encendemos la luz o abrimos la llave del agua, cuando cogemos un avión o un barco para desplazarnos o cuando compramos en el supermercado.

El REF no es un compendio jurídico indescifrable. Es la herramienta más importante con la que cuenta Canarias para corregir los sobrecostes a los que debemos hacer frente por vivir en un territorio insular y alejado –consagrando, además, el diferencial fiscal que nos es propio desde tiempos inmemoriales-.

Creo que, afrontando como lo hacemos unas semanas tremendamente importantes, no está de más recordar éstos y otros aspectos, así como reiterar que queremos un REF que sea el de todos y para todos, una herramienta que se afiance para impulsar la recuperación y la creación de puestos de trabajo, una norma al servicio de la creación de empleo que contribuya decisivamente a la salida de la crisis.

Con estos objetivos, el Gobierno de Canarias ha abierto un amplio debate político y social para consensuar la propuesta que la comunidad autónoma debe enviar a la Administración del Estado y ésta, a su vez, a las autoridades europeas para su aprobación definitiva.

En las últimas semanas he tenido la oportunidad de reunirme con organizaciones empresariales, agrarias, sindicales, educativas; con representantes de cabildos y ayuntamientos; con organizaciones de consumidores y usuarios; reuniones en las que hemos escuchado las opiniones de la sociedad sobre uno de los asuntos más relevantes a los que nos enfrentamos hoy por hoy.

Nos encontramos en un tramo fundamental. Mucho se ha trabajado en los últimos meses y años, y es ahora cuando nos acercamos a los instantes decisivos. De ahí la importancia de que todos arrimemos el hombro. De ahí la necesidad de que los canarios defendamos con una sola voz, todos a una, el derecho a contar con un buen REF.

En los aspectos fiscales de la reforma del REF ya se registra un amplio acuerdo con el Estado, si bien aún quedan por concretar algunas fórmulas relacionadas específicamente con la generación de empleo. En cuanto a los aspectos económicos, se han abierto vías de diálogo, que abren la puerta a un nuevo escenario, y es precisamente en ese ámbito donde se enmarca la ronda de consultas abierta por el Gobierno de Canarias.

Hemos querido escuchar y tomar nota de las propuestas de todos los agentes sociales para enriquecer un texto que debe ser de todos los canarios, porque a todos va dirigido.

Aspiramos a que la Administración del Estado entienda y se implique en el espíritu y la letra de un REF que debe dotarnos de una mayor inversión pública y de programas específicos para el empleo, la formación o la modernización turística; que impulse medidas para mejorar el acceso al crédito de las empresas canarias o que, en el ámbito universitario, mejore la formación integral de nuestros jóvenes con especial incidencia en el campo de las prácticas en empresas.

En definitiva, el REF debe ayudar de forma efectiva a sentar las bases de la nueva economía canaria: más diversa, más competitiva, más capaz. El Gobierno está en ello, pero ese objetivo es y debe ser del conjunto de la sociedad.