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Crack

Las recetas aplicadas por el PP desde el Gobierno del Estado para acabar con la crisis no están dando resultados. Lamentablemente, superado el primer trimestre de 2013 los datos confirman que las soluciones del PP son parte del problema.

La realidad desmiente a un Gobierno y a un partido que, de forma tan coordinada como tramposa, lleva una semana contando a los españoles que en 2014 la economía española crecerá y generará empleo. No solo la realidad los desmiente. También la Comisión Europea, que ha dicho alto y claro que en 2014 lejos de recuperarnos continuaremos sufriendo los zarpazos de la recesión económica hasta bien avanzado el año.

A la vista está, las recetas del PP no funcionan. A fecha de hoy, la realidad a pie de calle es que en España hay más pobreza y menos empleo. Tristemente, ese es el balance de un Gobierno que no ha entendido que solo con ajustes no saldremos de la crisis. Un punto de vista, éste que apunto, que coincide con muchísimas voces que lamentan los errores –y la reiteración en esos errores- del PP y del Gobierno del Estado.

Los datos no mienten, de ahí que haya una coincidencia casi generalizada entre los analistas sobre la continuidad de la actual recesión durante todo este año y su eventual prolongación a 2014. Previsiones que, como digo, también ha hecho suyas la Comisión Europea, que el pasado miércoles advirtió del riesgo de que la recesión en España continué bien entrado el próximo año, echando así un jarro de agua fría al optimismo mostrado por el presidente Rajoy y sus ministros.

El paro, a nivel estatal, seguirá aumentando y parece muy lejano llegar a un crecimiento económico –por pequeño que sea- que permita la generación de empleo neto. Estas perspectivas, pero especialmente la realidad de una población cada vez más empobrecida sin expectativas ni esperanzas, obligan a dar un volantazo en la gestión de la crisis.

Ya no se mantiene la apuesta única –y excluyente, diría- por el ajuste, los recortes o la subida de impuestos; por el ataque sistemático a los derechos de los ciudadanos que menos tienen.

Es preciso que la mirada de los gobiernos estatales y de la propia la Unión Europea vuelva a detenerse en los ciudadanos.

Europa debe mirar menos a las grandes corporaciones financieras y fijarse más en los padecimientos –eso sí es economía real- de gran parte de la población europea. La Unión Europea y los gobiernos de los estados miembros han de propiciar políticas de estímulo económico y suavizar los criterios del déficit para crear empleo y blindar unos servicios públicos más necesarios que nunca.

El Gobierno del PP, por la parte que le toca, debe corregir el rumbo si quiere evitar una fractura social de consecuencias imprevisibles. Ya no nos vale solo con políticas de austeridad y contención del gasto –que son necesarias, como he afirmado en más de una ocasión- sino que hemos de trabajar por el crecimiento económico.

El sector público tiene mucho que decir a este respecto, creando las condiciones necesarias para hacer posible la reactivación económica.

El papel de algunas comunidades autónomas –Canarias entre ellas- en la reducción del déficit ha sido muy destacado, capitalizando la mayor parte del sacrificio exigido por las autoridades europeas. En cuanto a las políticas de reactivación económica para superar la crisis, nuestra capacidad es más limitada.

El Gobierno de Canarias está trabajando en esa dirección, con varios programas y planes que tienen como objetivo el crecimiento de la economía y la generación de empleo.

En ese sentido, cabe recordar que preparamos la Estrategia de Crecimiento 2014-2020, que impulsará inversiones por 3.700 millones de euros, destinados preferentemente a programas relacionados con la innovación y las telecomunicaciones, así como a la sostenibilidad, aunque sin descartar a otros sectores -inversión de 2.300 millones de euros aprobados por el Consejo Europeo a la que se sumarán 1.400 de la iniciativa privada-.

Como ya he informado semanas atrás, esta Estrategia se incardina en el Plan Acción 2020, presentado a las autoridades europeas en una primera fase de las dos estipuladas por la UE para la mejora de la competitividad y del empleo a lo largo de esta década según tres criterios de crecimiento: inteligente, sostenible e integrador.

Canarias afronta esa estrategia apoyándose en su principal sector económico, el turismo. Un turismo moderno, en el que los avances tecnológicos tengan cada vez más protagonismo; que respete al medio ambiente, consuma menos suelo y con el horizonte de reducción al mínimo las emisiones de CO2; que apueste por la cohesión social y el empleo a través del binomio turismo-construcción.

Apostamos por el crecimiento y también en esa línea de trabajo cabe incluir los pasos que estamos dando para consolidar a Canarias como plataforma de cooperación entre tres continentes para el desarrollo de África, con una economía cada vez más externalizada e implicada en su entorno, y con una clara apuesta por el conocimiento -astrofísica, energías renovables o biotecnología, entre otros-.

Asimismo, invertiremos 10 millones de euros en un Fondo de Desarrollo de Vuelos que nos permita relanzar distintas rutas turísticas y que constituirá una baza para Canarias de cara a la próxima temporada de invierno.

También fruto de la colaboración público privada, se pondrán en el mercado hasta 250 millones de euros que financiarán obras a adjudicar antes de final de año y se podrán entregar créditos por 100 millones de euros para impulsar los planes de modernización del sector turístico a través del Banco Europeo de Inversiones.

Otra de las líneas de trabajo es facilitar la puesta en marcha de las iniciativas empresariales capaces de generar empleo, o impulsar proyectos ya existentes que tienen especial interés por su vinculación a la innovación y el fortalecimiento de la economía del conocimiento -poniéndose en circulación 130 millones de euros en créditos en diferentes programas-.

Estas medidas, que anuncié en el último Debate sobre el Estado de la Nacionalidad, son claros ejemplos de una acción de Gobierno tendente al crecimiento económico, que a buen seguro contribuirá a la creación de empleo en Canarias y, en consecuencia, a la reducción de las desigualdades sociales en nuestras islas.

De la crisis no se sale solo con ajustes y recortes. Hay que promover el crecimiento y el empleo. En Canarias lo tenemos claro y trabajamos en esa dirección. En el Gobierno del Estado, o no lo ven o no lo quieren ver.