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Con la Orden del Cachorro Canario

Ayer clausuré en Arrecife de Lanzarote el II Congreso Progreso e Identidad de la Orden del Cachorro Canario (PIC 2010), un encuentro que valoro en mucho por varias razones, pero sobre todo por lo que supone ver a decenas de canarios y canarias reflexionando sobre el presente y futuro de nuestras islas, algo de lo que en esta tierra estamos muy necesitados.

Mi mensaje fue claro: Canarias tiene futuro. Y, en mi opinión, la construcción de nuestra identidad, de Canarias como país y como pueblo, pasa necesariamente por la sostenibilidad.

Hay mucha gente que se llena la boca con la palabra ‘sostenibillidad’. Es algo que está de moda. Pero luego son menos lo que se lo creen, los que están dispuestos a llevarla al plano de la realidad, con todas sus consecuencias.

Porque hay que apostar por la sostenibilidad en todos los órdenes de nuestra vida: sostenibilidad del empleo, de los servicios públicos de calidad, en el equilibrio entre población y territorio, en el
mantenimiento de nuestro patrimonio cultural y natural, la agricultura, el paisaje, la gastronomía…

Desde luego que queda aún mucho por hacer, pero no hay que olvidar que es mucho lo que ya hemos avanzado. Más en los últimos 20 años que 500 siglos de historia. Y lo hemos hecho con acciones clave para nuestra cohesión y desarrollo como pueblo: el desarrollo sin precedentes de las comunicaciones entre las Islas y con el exterior, la protección de nuestros sistemas de transportes, tanto aéreo como marítimo, la puesta en marcha de medios de comunicación netamente canarios, la defensa y desarrollo del REF, y ahora también el reconocimiento de nuestras aguas.

Y seguimos con medidas como la protección del 40% de nuestro territorio, el desarrollo científico en la observación y estudio del cielo, el proyecto de plataforma oceánica, el gran avance en energías
limpias, biotecnología, bioquímica, biomedicina, los recursos derivados del viento, el sol…

También tenemos tareas pendientes, como el control de nuestros puertos y aeropuertos o competencias efectivas en las relaciones con los países de nuestro entorno, especialmente con África.

Hemos tenido muchas dificultades para avanzar como país, como pueblo, pero esto no se consigue con una ley o un decreto, sino con el trabajo y el esfuerzo del día a día. Canarias tiene unas potencialidades que no tiene ningún otro territorio del mundo, pero tenemos que saber cómo desarrollarlas sin repetir los errores del pasado, por ejemplo sin consumir más suelo.

Nuestra apuesta por la identidad es la sostenibilidad, pero una sostenibilidad consciente y consecuente. Canarias no puede crecer otras 600.000 personas como en los últimos años. Acabo de leer un estudio que alerta de que, con la población actual, es imposible que en Lanzarote se pueda alcanzar el pleno empleo. Y esto no puede seguir así, hay que buscar el equilibrio territorio-población.

Canarias tiene futuro, y ese futuro depende sólo de nosotros, de los hombres y mujeres que vivimos y trabajamos en y por Canarias.