Premios Distinguidos del Turismo 2010

Nos hemos citado esta noche aquí, una vez más en esta incomparable Casa de los Coroneles de La Oliva, para rendir tributo a aquellas personas que, con su trabajo y talento, han contribuido y contribuyen a la prosperidad, al conocimiento o a la preservación de la isla de Fuerteventura.

En esta ocasión, además, para homenajear a empresas y personas que han desempeñado y desempeñan su labor en un terreno tan importante, para esta isla y para toda Canarias, como es el turismo.

Y, a pesar de algunas opiniones por fortuna minoritarias, cuando hablo de turismo lo hago en mayúsculas. Porque Canarias ha sido, es y seguirá siendo una potencia turística mundial.

Porque el turismo ha sido, es, y será el motor de un modelo capaz de compatibilizar esta realidad con un proceso de diversificación económica ya en marcha, imparable.

Porque muchas son nuestras fortalezas, nuestras bazas. Mucho lo que tenemos que ofrecer. Mucho lo que damos, pero también mucho lo que nuestra sociedad recibe de la industria turística

Porque, en definitiva, esta Canarias que conocemos hoy, con muchas más virtudes que defectos, y con un nivel de desarrollo impensable hace apenas unas décadas atrás, hubiese sido imposible sin el turismo.

Ahora bien, igualmente he venido señalando, y lo hago hoy aquí también, en mayúsculas que es hora de cambios… también en el sector turístico.

Hora de ver en qué hemos acertado y en qué nos hemos equivocado en estas decenas de años de enorme crecimiento.

Y, sobre todo, qué debemos incorporar y de qué modo debemos afrontar esta actividad para que se perpetúe y expanda en el futuro, asumiendo los valores de la nueva economía mundial: sostenibilidad, excelencia, conocimiento y avances tecnológicos.

Pero no seré yo quien venga a dar lecciones aquí de cuanto acabo de exponer. Fuerteventura es precisamente una de las Islas donde mejor se ha enfocado el problema y donde las soluciones han ido de la mano de los factores que acabo de enumerar.

Fuerteventura está empeñada en ser sostenible, apuesta por la excelencia, lleva dando pasos firmes desde hace ya algún tiempo por incorporar el conocimiento y las nuevas tecnologías; y, todo esto, sin mermar un ápice su industria turística. Muy al contrario, luchando con todas sus fuerzas por potenciarla, desarrollarla y adaptarla a los nuevos retos.

Y quiero felicitar al jurado porque, repasando la figura de los hoy premiados, me he dado cuenta de que son fiel reflejo de todo lo que acaba de glosar.

Los son, además, en todos los ámbitos que he enumerado y en ámbitos fundamentales para remontar el vuelo frente a esta crisis que nos azota.

Tenemos el sector de la hostelería con el premio al Hotel Faro de Jandía.

Tenemos el sector del comercio con el galardón al centro comercial El Campanario de Corralejo.

Y lo tenemos por partida cuádruple, y aquí permitan que me extienda un poco más, en la figura de Andrés Valerón Hernández: por su papel institucional, su vocación de participación ciudadana, su defensa a ultranza de los valores naturales y por su actitud visionario frente a las nuevas tecnologías.

¿Se le puede pedir más a un hombre como compromiso con su tierra, con su gente? Es posible, pero estoy por decir que no.

Andrés representa un modelo único para todo aquel que desee lo mejor para Canarias. Y, en especial, para los jóvenes. Un ejemplo perfecto de cómo es posible apostar por el desarrollo económico y tecnológico preservando nuestros valores medioambientales, culturales y, sobre todo, nuestra forma de ser: esforzada y entregada a la comunidad.

Por eso, en un momento en que manejamos datos ciertamente alentadores, que invitan al optimismo, también y especialmente aquí en Fuerteventura, y en el que nos hemos propuesto como reto de atraer un millón más de turistas al Archipiélago el próximo año -lo que permitirá inyectar a la economía canaria 2.000 millones de euros y crear, además, entre 25.000 y 30.000 empleos-, quiero decir que necesitamos muchos, miles de Andrés Valerón en todas las Islas. Al igual que hoteles como el Faro de Jandía o comercios como El Campanario.

Porque es la suma de éstos, y de todos los que trabajamos desde distintos sectores a favor y no en contra de Canarias, los que realmente pueden garantizar esa Canarias soñada para nosotros y nuestros hijos.

Casa de los Coroneles, La Oliva (Fuerteventura) – 1 de octubre de 2010

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