El Sindicato Unificado de Policía de Canarias celebra su segundo congreso regional bajo el lema Unidos Podemos, y lo hace con la finalidad de seguir ahondando en su proyecto inicial.
Proyecto que, en el año 1978, nació con el horizonte de constituirse en una central sindical moderna, democrática e independiente.
Principios –a los que aludo- que nacen de su compromiso, de su vocación de servicio público.
Y, en esa dirección, de su dedicación en el cumplimiento estricto de las leyes y las normas que rigen nuestro estado democrático, de la España que nació y creció al calor de la Constitución.
Como así se reconoce, el Sindicato Unificado de Policía (SUP) abandera la defensa de las libertades como el gran reto en sus acciones cotidianas.
Haciéndolo, además, desde una posición autónoma ante la Administración, ante los partidos políticos y también ante otras organizaciones sindicales.
Autonomía para la exclusiva defensa de las demandas y reivindicaciones de sus afiliados y afiliadas.
De trabajadores públicos al servicio de la democracia y la seguridad de los ciudadanos.
Un compromiso con los trabajadores, con sus derechos, con sus aspiraciones.
Una forma de ser, estar y hacer que enlaza con el espíritu crítico y de lucha originario de las organizaciones sindicales.
Ahora bien, el Sindicato Unificado de la Policía no es ajeno al sufrimiento de la ciudadanía ante la actual crisis.
Ante el drama cotidiano que está generando, ante el dolor de la calle.Por ello ha mantenido y mantiene una postura de defensa inequívoca de los derechos laborales de sus afiliados. A la vez que un compromiso firme con la exigencia del cumplimiento de la legalidad.
Con esa premisa, con esa convicción, se ha promovido la creación de una plataforma policial contra la corrupción y el fraude.Tanto, en el ámbito de la política, de la justicia e incluso del mismo seno de las organizaciones policiales.
Ambas actitudes conllevan un enorme y admirado grado de autoexigencia y de profesionalidad. De responsabilidad sindical y profesional propios de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.
Un congreso como éste que acaban de celebrar es la ocasión para el debate y la reflexión.
Para el análisis y para la proyección de acciones que apuntalen y fortalezcan la vida democrática de nuestra sociedad.
Propuestas desde la responsabilidad y el compromiso con el servicio a la Administración Pública.
Trabajo y compromiso que responde firme y decididamente a la constante exigencia formación y puesta al día en las nuevas tecnologías de la seguridad.
Retos y objetivos que a todos nos compete y animan.
Cada día sabemos más que la democracia, la solidaridad, el estado de bienestar, es una criatura que entre todos -agentes de policía, responsables políticos y ciudadanos- hemos de cuidar y apuntalar constantemente.
Un compromiso que tiene su plasmación no sólo en el campo de las ideas, sino en la realidad cotidiana.
En la calle, en la convivencia. En el contacto con los hombres y mujeres de nuestra tierra.
La salud y el bienestar de un territorio, de unas islas, de nuestro archipiélago canario, se debe, en gran medida, a la seguridad y el respeto ciudadano.
Todos, responsables públicos, administraciones y agentes policiales, nos debemos a ese compromiso, a ese reto.
17 de abril de 2013, Las Palmas de Gran Canaria