Todos los trayectos que cubren las guaguas y el tranvía en Canarias no superan los 100 km de distancia. El Gobierno de España bonificará el 100% de los abonos de varios viajes para cercanías y trenes de media distancia operados por Renfe, por lo que pasarán a ser gratuitos desde el 1 de septiembre hasta el 31 de diciembre del presente año.
Se conoce por tren de cercanías al sistema de transporte de pasajeros de corta distancia —menos de 100 km entre estaciones extremas—que presta servicios entre el centro de una ciudad y las afueras y ciudades dormitorios de esta u otras ciudades, con un gran número de personas que viajan a diario.
Una isla es eso, una gran ciudad conectada a otras ciudades, pueblos y núcleos enlazados con un sistema de transporte público que protagoniza las popularmente conocida guaguas.
La guagua presta en Canarias exactamente el mismo servicio que en la península cubren los trenes de cercanías, los rodapiés y los trenes de media distancia.¿ Por qué, entonces, en el paquete de medidas aprobadas por el Gobierno de Sánchez para luchar contra la inflación se subvenciona en las Islas con un 50% lo que en España se hace en un 100%?.
Objetivamente no no hay ninguna razón que justifique la espléndida generosidad y ligereza con la que el Gobierno de España invita, con recursos públicos, a viajar gratis a todos los usuarios que sean abonados a varios viajes en trenes de cercanías y rodalies en la península y, al mismo tiempo, sea tan rácano con Canarias y con los pasajeros que utilizan las guaguas o el tranvía.
El Gobierno español no distingue a la hora de invitar a viajar de forma gratuita a los usuarios de los cercanías en la península, entre ricos y pobres, entre funcionarios o trabajadores del Corte Inglés; tampoco diferencia, a la hora de invitar a viajar gratis con el dinero de todos, entre parados y ocupados pero, eso sí, marca una clara diferencia entre los peninsulares y los canarios. Sencillamente es incomprensible la torpeza con la que las autoridades españolas han gestionado este asunto.
Sí el criterio utilizado es la distancia de los trayectos, las Islas cumplen absolutamente con la referencia que se hace en la norma a distancias de 100 km. Sí la referencia utilizada fuera la importancia estratégica para la movilidad, la guagua en las Islas es el único medio colectivo público que ayuda a vertebrarlas social y económicamente. Tampoco parece que la medida se haya tomado teniendo en cuenta el poder adquisitivo entre los potenciales usuarios de los trenes de cercanías y los de las guaguas, puesto que las diferencias de las rentas entre unos y otros son abismales.
La renta per cápita en Madrid es de 32.048 € (la más alta de España); la renta per cápita en Canarias está en 17.448 € (la más baja de todo el Estado). No parece, por lo tanto, que la medida discriminatoria del Gobierno de Sánchez con Canarias responda a ningún criterio de justicia social o de compromiso con los que menos tienen.
La soberbia ha sido el enemigo más importante de los líderes que han gobernado España en los últimos cuarenta años. El tiempo en el poder les va haciendo creer que son los únicos poseedores de las verdades más absolutas y se van alejando de los consejos de sus colaboradores y correligionarios. Ocurrió con González, Aznar, Zapatero y Rajoy; la misma suerte puede correr Sánchez.
Es inexplicable que en un asunto menor cuantitativamente y justo socialmente, Sánchez comprometa injustamente el trabajo de Ángel Victor Torres.
Desde todas las posiciones políticas y desde todas Instituciones canarias se le ha pedido a Sánchez una rectificación. Todo parecía que estaba preparado para que en su comparecencia del pasado lunes en Lanzarote anunciara una medida que ayudaba, sin duda, a reforzar a Torres. Le pudo la altanería.