Las elecciones convocadas para el próximo cuatro de mayo a la Comunidad de Madrid están monopolizando la actualidad política en el conjunto del país. De la pandemia se sigue hablando, sin duda, pero ahora recurrentemente vinculada a la gestión sanitaria de la Comunidad de Madrid. De la reforma fiscal que prepara el Gobierno del Estado se habla, pero para contraponerla a la gestión que Madrid hace de sus impuestos. Inevitablemente, la estrategia de contraponer cómo hacen las cosas el Gobierno de Ayuso y el Ejecutivo que lidera Pedro Sánchez irá a más hasta que las urnas den a conocer el veredicto ciudadano.
La batalla por el poder que está librándose a tumba abierta en Madrid constata el creciente enfrentamiento entre las derechas y las izquierdas en España; un pulso que, lamentablemente, está teniendo ya episodios poco ejemplarizantes en una democracia que se dice madura y consolidada. La prensa, las radios, las televisiones, los columnistas, los articulistas y los analistas están claramente alineados –sin rubor alguno– en esta batalla izquierda-derecha que se libra en Madrid.
Las autonómicas de Madrid son percibidas como las primarias de las próximas elecciones generales que, muy previsiblemente, Sánchez convocará en el primer cuatrimestre del próximo año. El resultado de Madrid y la lealtades o deslealtades de los socios que le apoyaron en su investidura jugarán un papel clave a la hora de tomar esa decisión. Los asesores del presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, diseñaron una estrategia en el convencimiento de que gobernar en Madrid bien valía una batalla; sin duda, el objetivo era desgastar, a veces ridiculizándola, a la que parecía ser una frágil presidenta, Isabel Diaz Ayuso. El resultado de las urnas sentenciará si la estrategia socialista se les fue de las manos y en lugar de desgastar a Diaz Ayuso lo que han hecho es contribuir ingenuamente a consolidar a una referente política en Madrid y podría ser que no solo en la capital. Cada día que pasa, la ecuación Ayuso-Sánchez gana protagonismo mediático y está a años luz de la de Ayuso-Gabilondo; parece que la dirección en la comunicación de Miguel Ángel Rodriguez le está ganando la batalla a Iván Redondo.
El cuatro de mayo en Madrid está en juego algo más que el futuro gobierno de la Comunidad. Si Ángel Gabilondo suma los apoyos para acceder a la presidencia será un triunfo sonado de Pedro Sánchez, que está teniendo una implicación total en la campaña madrileña; por contra, el gran derrotado será el PP e Isabel Diaz Ayuso. En cuanto a Pablo Casado, si Ayuso es desalojada de la Real Casa de Correos de la Puerta del Sol será acusado por algunos de sus correligionarios de poca implicación en la campaña; y si Diaz Ayuso obtiene el gran resultado que auguran gran parte de las encuestas publicadas y mantiene la presidencia, su papel de alternativa a Casado dentro del partido crecerá como la espuma.
En este tablero hay otras variables. El triunfo de la izquierda el cuatro de mayo en Madrid será un aval para asegurar la reelección de Sánchez en las próximas elecciones generales. Un triunfo claro y contundente de Ayuso y el PP abre las puertas a conjeturas sobre la incidencia que ello pueda tener en la próxima cita con las urnas en la futura renovación de las Cortes Generales. El cuatro de mayo, en Madrid, está en juego algo más que el futuro Gobierno de la Comunidad.